Un Puente para el futuro

Empieza con salir del papel el proyecto del puente que conectará Salvador y la Isla de Itaparica, un nuevo hito en la Ingeniería brasileña y virtual inductor de desarrollo socioeconómico para la región

Fue formalizado, en el inicio de marzo, el contrato para elaboración del proyecto básico de ingeniería del Puente Salvador-Isla de Itaparica. El documento fue firmado por el Gobierno del Estado de Bahia con el consorcio formado por las empresas brasileñas Enescil y Maia Melo, y por la dinamarquesa Cowi. La selección fue resultado de una licitación internacional que consideró, para efecto de cualificación, criterios como capacidad técnica de los competidores y precio propuesto para el trabajo. El consorcio vencedor presentó la propuesta de elaboración del proyecto por el valor de R$ 22,5 millones, lo que representó un descuento de un 15,4% en relación al precio inicialmente estimado.

El orden de servicio para el inicio del proyecto básico de ingeniería ya fue emitido y el consorcio deberá presentar estudios intermediarios y finales hasta octubre de este año. Una de sus tareas es proponer alternativas para el recorrido del puente y para la carretera que le dará continuidad a la obra de arte, en la isla de Itaparica. El consorcio preparará, también, el anteproyecto de ingeniería y el reporte que reemplazará el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que ya está siendo elaborado por otro consorcio internacional, formado por las empresas V&S Ambiental (Brasil) y Nemus (Portugal).

Ese segundo consorcio, había vencido, anteriormente, la disputa para la elaboración del EIA y por el reporte de impacto ambiental (Rima) para la construcción de la obra de arte, a un costo de R$ 7,2 millones. El EIA-Rima es considerado un instrumento fundamental para minimizar los impactos ambientales y sociales, sobretodo en la Isla de Itaparica, en Bahía de Todos-os-Santos y otras áreas afectadas en la región del Recôncavo Baiano. Según la convocatoria, los estudios incluyen un diagnóstico ambiental y la proposición de planes y programas de mitigación y compensación del impacto ambiental.

El proyecto original que está bajo la coordinación del Departamento de Infraestructura de Transportes da Bahia (Derba) y de la Secretaria de Planeamiento del Gobierno del Estado (Seplan), fue propuesto por el consorcio formado por OAS, Camargo Corrêa y Odebrecht Transport. Dicho proyecto prevé la construcción de un puente con 12 km de extensión, siendo 700 m de tramo atirantado y 160 m de extensión móvil, para permitir el pasaje de grandes embarcaciones. El costo estimado del emprendimiento es de R$ 7 mil millones y, al principio, está prevista la ejecución de las obras en un periodo de cuatro años.

El proyecto, en su concepción original, prevé la construcción de un puente con seis carriles de tráfico y dos de arcén o banquina, sumando 27 metros de ancho. El tramo atirantado tendrá 70 m de altura y 25 de profundidad. La extensión del puente será sostenido por dos mástiles de estructura triangular, siguiendo la inclinación de las barras. En el topo de los mástiles habrá un mirante, que se podrá acceder por teleférico.

Cada pilar del puente deberá tener entre 200  y 250 m de distancia entre ellos, para garantizar la vista del paisaje de la bahía. En el tramo que fue diseñado para ser móvil, permitiendo el pasaje de hasta mismo plataformas de petróleo, la estructura de los carriles se desplazará sobre el mismo eje. Durante dicha operación, el tráfico de vehículos será interrumpido.

Transporte y movilidad

El recorrido propuesto debe partir de las proximidades del Puerto de Salvador y extenderse hasta la región de Gameleira en la Isla de Itaparica. La propuesta inicial prevé que el puente debe permitir la amplia navegación en la Bahia de Todos-os-Santos (BTS) y el acceso al Puerto de Salvador. Existe también la posibilidad de una alternativa para el transporte masivo, que tendrá la viabilidad analizada en los estudios de ingeniería. Para el dimensionamiento del sistema vial será realizado un análisis de demanda de tráfico. Dicho análisis, juntamente con estudios de navegación en la Bahía de Todos-os-Santos, y de los impactos del puente sobre el puerto de Salvador, está contenido también en el proyecto básico de ingeniería. Juntos, ellos permitirán evaluar los efectos del emprendimiento en toda la región. Se solicita también, una evaluación de los  impactos  socioeconómicos del emprendimiento, como, por ejemplo, los temas de agua, alcantarillado y residuos sólidos resultantes de la mayor  ocupación de la isla.

El cronograma de acciones de este año incluye la contratación de estudios de sondeo, ingeniería, medio ambiente y de urbanismo. Está prevista también la realización de un convenio para los estudios de hidráulica marítima, además de la licitación para los estudios culturales e inmateriales.

Proyecto polémico

A pesar de todos los argumentos del gobierno de Bahía al favor del puente, la obra está lejos de conquistar la unanimidad, dividiendo opiniones. De un lado están aquellos quiénes temen las consecuencias del impacto ambiental y condenan la “caracterización errónea” de Bahía de Todos-os-Santos, con la gigantesca estructura de hormigón. Del lado  opuesto están aquellos quiénes defienden la modernización como vector de desarrollo para los 24 municipios involucrados, que tendrán la distancia reducida hacia la capital en hasta un 40%.

Una obra elitista, cara, innecesaria, faraónica, un “elefante blanco”. Esas son solamente algunas de las clasificaciones dadas por los opositores del proyecto del puente, que deberá ser la segunda mayor de Sudamérica y la vigésima-tercera más grande del mundo.

El gobierno minimiza las críticas, asegurando que el proyecto preserva estándares estéticos compatibles con el paisaje. Pero, más fuerte que las promesas del gobierno son las ponderaciones de aquellos quiénes recuerdan que críticas semejantes se hicieron, hace aproximadamente 40 años, al puente Rio-Niterói. Hoy, sin embargo, es inconcebible imaginar la vida entre la capital carioca y NIterói, sin aquel “elefante blanco” tan criticado en el pasado.

Estudios ambientales

La primera fase de los estudios ambientales del proyecto está lista. Ella consiste en la colección de datos en tiempo seco para caracterización de la vegetación y de la fauna (terrestre y acuática), calidad del agua y sedimentos existentes en el área afectada. Las investigaciones y los estudios fueron realizados por un equipo de 45 personas, de las áreas de Biología, Geología, Sociología, Arqueología, Antropología, Arquitectura y Urbanismo, Economía, Geografía e Historia.

Todos los datos preliminares de la parte de arqueología también ya fueron colectados y con la autorización del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan), los trabajos de batimetría (medición de la profundidad del mar en el sitio de implantación del puente) ya empezaron, así también el diagnóstico arqueológico intervencionista en tierra, arqueología submarina, encuesta del patrimonio material e inmaterial, y acciones de educación patrimonial en las escuelas de Itaparica y Vera Cruz.

La segunda fase de los estudios, que es dependiente del tiempo húmedo (lluvioso), empezó en abril e involucra la colección de temporada para los medios físico y biótico, evaluación de los impactos ambientales, estimativa de costos de los programas de mitigación de dichos impactos y entrega del Reporte del EIA-Rima y realización de audiencias públicas.

Al final de los trabajos, en noviembre, serán presentados los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) y el Reporte de Impacto Ambiental (Rima). El EIA-Rima es un instrumento fundamental que permitirá la identificación de los impactos ambientales y sociales, resultantes de la implantación del proyecto.

Impactos socioeconómicos

Como parte de los estudios,  en el frente socioeconómico, fue realizada una investigación cuantitativa que mostró que un 70% de los entrevistados son favorables a la implantación del proyecto. Fueron realizadas 600 entrevistas con moradores de la isla y liderazgos locales con el objetivo de identificar actitudes y expectativas de dichas personas en relación al proyecto para obtención de datos junto a las instituciones públicas y organizaciones sociales.

La parte referente al diagnóstico socioeconómico está siendo concluida y se analizará, entre otras cosas, la educación, salud, nivel de ingresos, infraestructura básica, seguridad, oportunidades de empleo e ingresos. Para eso, fueron visitados más de 20 municipios, entre ellos los de Vera Cruz, Itaparica, Nazaré das Farinhas, Aratuípe, Jaguaripe, Salinas da Margarida, además de Lauro de Freitas y Simões Filho, en la Región Metropolitana de Salvador.