Entrevista con Jorge Samek, director general de la Usina Hidroeléctrica de Itaipu con operación simultánea de tres shields
Gigante llega a la “madurez operacional” y elevado estándar de eficiencia a sus 30 años de vida, logrando el liderazgo mundial en la producción de energía eléctrica.
En vísperas de completar 30 años de construida, la Usina Hidroeléctrica de Itaipu brinda pruebas de gran vitalidad, cerrando los seis primeros meses de 2013 con un récord en la producción de energía: 50.012 millones de megawatts/hora (MWh). Ese fue el segundo semestre en que la hidroeléctrica logró dicho hecho, en igual periodo del año, pues en el primer semestre de 2012 fue registrada la producción de 50.105 millones de MWh. Pero hay que recordar que 2012 fue un año bisiesto, con un día más en febrero que, si descontado, apunta hacia una ventaja en la producción en el periodo en 2013.
En el acumulado de enero a diciembre del año pasado, Itaipu obtuvo una producción anual de 98,3 millones de MWh, lo que estimuló su dirección y su equipo técnico con enfrentar un nuevo reto: teniendo asegurada la posición de recordista mundial de generación de energía, la meta es cerrar el año de 2013 con la producción de 100 millones de MWh.
Para Jorge Samek, Director General de la usina por Brasil, se trata de un objetivo difícil, pero no imposible. Él cuenta que la excelente performance presentada por Itaipu se explica, en parte, por la abundancia de lluvias en el periodo, pero, sobre todo, por el mejoramiento del rendimiento operacional, un punto de honor para el equipo técnico de la unidad, desde el inicio de su operación, en mayo de 1984.
El director garantiza que loso resultados solamente fueron logrados gracias a la alta disponibilidad de los equipos de la hidroeléctrica, a la calidad técnica de loso equipos y la eficiencia de su modelo de gestión.
Es resultado de dicho plan de gestión, por ejemplo, la optimización de las intervenciones direccionadas al mantenimiento, que aumentaron la disponibilidad de las unidades generadoras en 36 días por año; y la implantación de lógicas de actuación automática en la generación-transmisión de los sectores de 60 hertz y 50 hertz, hasta el mejoramiento de la metodología y del plan de producción.
También pesó decisivamente la entrada en operación de nuevos transformadores en la subestación de la orilla derecha (lado paraguayo de la usina) y de la línea de transmisión de 500 KV Foz-Cascavel, perteneciente a la empresa Copel.
En las páginas siguientes, Jorge Samek hace un balance de esas tres décadas de operación de Itaipu, un emprendimiento que por mucho tiempo aun será una referencia de la capacidad de la ingeniería brasileña y revela los planes para el futuro.
Grandes Construções – En el acumulado de los seis primeros meses de este año, la Usina Hidroeléctrica de Itaipu repitió la hazaña lograda en el primer semestre de 2012, sobrepasando la marca de los 50 millones de megawatts/hora (MWh) en un semestre. ¿Cuál es el motivo de esa sucesiva quiebra de récords lograda por la hidroeléctrica?
Jorge Samek – Tres cosas determinan esa performance. La primera es que la economía debe estar calentada para que haya consumo de energía. En que pese el modesto crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que muchos están llamando de “pibito”, el en sector eléctrico eso no refleja la realidad. Hay alguna cosa errada en todo eso. Un factor extraordinario para medir el crecimiento económico de un país es el consumo de energía. Y lo que vemos es que desde 2011 hasta 2012 dicho consumo creció casi un 5%. Y la perspectiva de crecimiento para 2013 es todavía mayor. Enfrentamos años y más años en que Itaipu tenía energía, podía producir más, pero no había consumidor. Cuando el país no crece, no se gana nada en producir energía, porque la capacidad instalada ya es suficiente para cumplir con la demanda. Y no es lo que ocurre ahora, tanto en Brasil cuanto en Paraguay, que son los dos mercados atendidos por Itaipu. Este año, Paraguay tendrá un crecimiento alrededor del 15%.
Grandes Construções – ¿Cuál es el segundo factor determinante del crecimiento de la producción?
Jorge Samek – En él, nuestra capacidad de interferencia es menor: debe haber agua. Y no se trata solamente de tener agua en el río Paraná. Eso ayuda mucho, pero debe haber agua en Minas Gerais, en São Paulo, en Goiás, que acaba por correr hacia Paraná. Esas aguas le dan condición para que las usinas que forman parte del sistema funcionen. La lluvia que cae en Rio de Janeiro, por ejemplo, no nos interesa. Porque dicha agua sigue directamente hacia el litoral y no se vuelve en megawatt/hora. Pero cuando hay mucha lluvia en São Paulo, tan fuerte que es capaz de volcar automóviles cabeza abajo, uno sabe que esa agua llegará a Itaipu. Ella llegará por el río Tietê, por el río Paranapanema, pero llegará hasta aquí. Lo mismo acontece con las lluvias muy fuertes en Minas Gerais, que rellenan todos los grandes reservatorios que tenemos tanto en río Grande, cuanto en el río Parnaíba. Dichos reservatorios, cuando están en buenas condiciones cuando termina el período de las aguas, nos brindan condiciones de buen rendimiento. Normalmente, dicho fin del periodo de las aguas coincide con el mes de marzo, pero en 2012, como las lluvias de noviembre han sufrido un retraso, tuvimos un periodo prolongado hasta el fin de abril. Por lo tanto, parte de los resultados se debe a eso.
Grandes Construções – ¿Y cuál es el tercer factor decisivo para el buen rendimiento del semestre?
Jorge Samek – Es el hecho de que tenemos nuestras máquinas y líneas de transmisión en perfectas condiciones. Si el Operador Nacional del Sistema “parpadear” nosotros estamos listos para actuar inmediatamente. Y tenemos un profundo orgullo de eso. Hoy somos referencia en el sector de energía en mejoramiento de los procesos de mantenimiento, desarrollados a lo largo de todos eses años. Quien visita nuestras instalaciones difícilmente acredita que esa usina ya tiene 40 años de construida, con máquinas que están produciendo energía hace más de 30 años. La impresión que uno tiene es que todo eso fue instalado hace tres o cuatro años, tamaño es el cuidado que tenemos con ese proceso de mantenimiento, de modernización. Para nosotros eso es casi que un dogma. Obviamente que, con el tiempo, ganamos experiencia suficiente para saber en cuales meses es más adecuado hacer el mantenimiento, porque no tendremos agua y no se gana nada en tener todas las máquinas disponibles. También sabemos en cuales meses las máquinas deben estará el 100% a nuestra disposición, porque por cierto tendremos un flujo mayor, dentro de aquello que llamamos de “danza de las aguas”. Y además de todos eses puntos hay que considerar el factor de la ubicación de Itaipu. Desde el punto de vista de la ingeniería, considerando todo el planeta, no existe otro sitio que tenga un río tan regulado, con una caída tan acentuada y tan cerca de las regiones de consumo cuanto ese. Parece que Dios, cuando creaba la tierra, decidió buscar un sitio donde quería instalar una hidroeléctrica. ¡Y apuntó su dedo hacia aquí! Entonces es todo eso que resulta en esa performance, permitiendo dichos récords. Y nos brinda la expectativa de llegar a 100 millones de MWh en 2013. Ese es el gran reto de ese directorio técnico y para eso estamos mejorando cada vez más nuestros procesos de transmisión de energía. Ahora estamos con Paraguay haciendo una línea de 500 KV en territorio paraguayo, fruto de inversiones con recursos del Fondo de Convergencia del Mercosur. Esa es la primera obra estructural del Mercosur, que vamos entregar hasta fines de agosto. Dichas obras pasaron con ser realizadas por Itaipu, como resultado de acuerdo firmado entre los presidentes de aquel entonces, Lula, de Brasil y Fernando Lugo, de Paraguay. Esperamos que Paraguay pueda consumir más energía, lo que es una posibilidad más de Itaipu lograr los 100 millones de MWh en 2013.
Grandes Construções – ¿Esa producción le dará a Itaipu el liderazgo mundial en la producción de energía?
Jorge Samek – Ese año que pasó llegamos cerca de los 100 millones de MWh, con 98,3 millones de MWh, y con eso mantuvimos el primer lugar del mundo en producción de energía. En que pese la usina de Tres Gargantas, en China, tener un 70% más de potencia instalada, ellos no tienen la regularidad que tenemos nosotros, con esas 45 usinas río arriba (montante). Pero no estamos contentos con eso. Deseamos ir más lejos.
Grandes Construções - ¿Los sistemas de meteorología, con un número cada vez mayor de aciertos en las previsiones del tiempo, son aliados en ese proceso?
Jorge Samek – Sí, a cada día eses sistemas están siendo perfeccionados. Actualmente, sabemos, con gran margen de acierto, la cantidad de agua que llegará hoy, o mañana. Podemos saber exactamente la cantidad de agua que está pasando por el río Grande, por ejemplo, que es lo principal de nuestra bacía.
Grandes Construções – Considerando los reflejos de la política de modicidad tarifaria, priorizada por el gobierno federal, ¿Itaipu es hoy un emprendimiento provechoso?
Jorge Samek – Itaipu es fruto de un tratado entre Brasil y Paraguay, con una reglamentación propia, e ella trabaja sin lucro ni prejuicio. Ella trabaja por el precio de costo. Lo que pasa es que para ser construida, la usina necesitó ser financiada, lo que resultó en una búsqueda de dinero en todos cantos del mundo. Y aquí en Brasil fue Eletrobrás que quedó endeudada, con el aval del Tesoro Nacional. Para pagar dichos préstamos es empeñada la misma producción de energía. Por lo tanto, el emprendimiento Itaipu ha exigido tres grandes esfuerzos de ingeniería. El primero fue la ingeniería jurídica, que le brinda sustentación jurídica a su funcionamiento, aunque dos países con idiomas, culturas e historias diferentes estén involucrados, y principalmente con economías diferentes. A pesar de todo eso, dicha ingeniería jurídica viabilizó un emprendimiento de esa magnitud, el más grande del mundo hecho en conjunto por dos gobiernos de dos países distintos. El segundo esfuerzo de ingeniería fue la construcción de la usina propiamente dicha, y el tercero fue de ingeniería económica, permitiendo pagar la inversión con la misma generación de energía. Por eso el tratado tiene en su Anexo C, de su base económica, 50 años, con vencimiento en febrero de 2023. En esa fecha, Itaipu termina de pagar toda la deuda que hizo a lo largo de 17 años, para financiarse. Hoy, eso representa en nuestro costo un 64%. En el presupuesto de Itaipu, interés y deuda representan el 64% de nuestra tarifa, que es de 37 dólares por MWh, aquí al “pie de la usina”.
Grandes Construções – ¿Cuál es el valor de esa deuda?
Jorge Samek – Nosotros pagamos alrededor de US$ 2,3 mil millones al año, de amortización de la inversión, siendo mitad para el Tesoro Nacional, mitad para Eletrobrás. En 2023, cuando Itaipu terminar de pagar sus deudas, restando solamente los gastos de royalties y costos de producción, tendríamos una reducción de costos del orden de un 32%, equivalentes a la energía producida en el lado brasileño, a ser repasado al consumidor final. Como nosotros representamos alrededor del 20% del sistema eléctrico, el resultado de eso, es decir, 20% sobre los 32% sería el valor del descuento para el consumidor, con efecto similar al causado por la Medida Provisoria 579, del gobierno federal, que resultó en da reducción del precio de la energía eléctrica. Pero a esa altura del campeonato, otras usinas tendrán vencido sus concesiones, lo que significa que podremos tener la energía eléctrica más barata del mundo. Eso solamente se puede hacer con energía hidráulica. Las usinas termoeléctricas, ya sean de carbón o gas, tienen periodo de vida útil muy similar al periodo de la concesión. Una usina a gas, por ejemplo, tiene en general periodo de concesión de 20 años. Pero cuando termina dicho periodo y entra en el año 21, esa usina está hecha un trapo. Hay que, prácticamente, construir una nueva usina para producir energía. Por otro lado, en una usina hidráulica bien cuidada, como Itaipu, la vida útil puede llegar a 200 años.
Grandes Construções – Siendo así, ¿por qué otros países del mundo, que no tienen una hidrología como la nuestra, o que ya la usaran el 100%, son tan contra la instalación de usinas hidroeléctricas?
Jorge Samek – Porque efectivamente nadie logrará competir con Brasil en términos de tener una energía tan barata como nosotros tendremos. En la hora en que todas nuestras usinas estén construidas – y me refiero a Belo Monte, Teles Pires, Tapajós, entre otras - y eso coincidir con el fin del pago de Itaipu, Foz do Areia, Segredo, Osório, previstos para que ocurran en los próximos 20 años, la posibilidad de tener un precio de energía mucho menor que cualquier país que usa carbón, gas natural, uranio, es muy grande. Y eso nos brinda una ventaja competitiva extraordinaria.
Grandes Construções – ¿Cuánto costó construir Itaipu?
Jorge Samek – El total invertido en Itaipu fue US$ 27 mil millones, desde las expropiaciones, construcción del embalse, equipos, etc. sobre eso empiezan con incidir los intereses, y vamos seguir pagando US$ 2,3 mil millones hasta 2023. Ese número fue mantenido en una gran negociación firmada en 1996, y ese pago está siendo hecho rigurosamente en día. Todos nuestros compromisos son pagados en día, con una tarifa muy bien colocada. Y ese emprendimiento, si no fuera firmado en aquel entonces, no se haría más.
Grandes Construções - ¿Cuál es el tamaño del parque generador de energía hidroeléctrica en Brasil y cuantas están en ese proceso de fin de amortización?
Jorge Samek – Casi nadie sabe ese número, pero era bien fácil de memorizar, hasta tres años atrás: 2.222 unidades. Hoy no es más así. Deben haber sido inauguradas otras 20 o 30 unidades. Ese parque generador es formado desde la primera Pequeña Central Hidroeléctrica (PCH) inaugurada hace 100 años, en Juiz de Fora (MG), que sigue funcionando, hasta Itaipu. Pero las que tienen representación significativa, y que están operando en el sistema nacional, son alrededor de 200 usinas, desde 50 MW para más. De ese total, alrededor de 100 deberán estar amortizadas hasta el año de 2023.
Grandes Construções – ¿Cuál es la energía asegurada, conocida también como garantía física de la usina de Itaipu?
Jorge Samek – Nosotros tenemos una sistemática que le brinda una gran garantía para Itaipu: calculamos nuestra producción previendo todo de peor que puede suceder. Y eso nos lleva con hacer un cálculo que produciríamos 75 millones de MWh. Entonces, si San Pedro no colaborar, si explotar un transformador, si un viento muy fuerte derrumbar torres de transmisión, etc., todo eso, si fuera considerado, nos lleva a una posición donde no produciremos menos que 75 millones de MWh. Nuestro presupuesto es muy fácil. Es casi una cuenta de panadero. Nosotros calculamos cuanto necesitaremos de dinero en el año, cuanto vamos gastar de interés y de deuda, cuanto vamos pagar de royalties y cuanto es nuestro gasto de exploración (para pagar la gente, cubrir costos de modernización y mantenimiento). Eso me informa cuanto necesitaré de dinero y divido ese valor por 75 millones de MWh. De esa manera, tengo el precio de la energía casi en la casa de los 45 dólares. Pero si yo produzco 98,3 millones de MWh y si mis cálculos se hicieron con base en 75 millones. Todo que yo producir a más sirve como descuento. Sobre esa energía a más solamente inciden los royalties, es por eso que nuestra energía es barata y nadie reclama. Existe energía más barata que la producida aquí, de esas usinas que ya fueron amortizadas. Pero la gran mayoría de las usinas, y principalmente las térmicas, eólicas, etc., tienen precio muy superior al nuestro. Entonces, ese nuestro lastro físico, que está mantenido sobre la producción de 75 millones de MWh, nos brinda una garantía fantástica. Nunca tendremos falta de dinero para pagar nuestras obligaciones. Pero hay un paradojo que debemos enfrentar: cuanto más eficiente somos, más somos penalizados. Para ser eficiente, debo gastar más. Si, por ejemplo, parar una máquina, mi costo es elevadísimo. Nosotros tenemos aquí revisiones en nuestras máquinas que son realizadas a cada cuatro años, en que se hace casi que un rayo X de la unidad. En la primera vez que eso sucedió en Itaipu, demoró 61 días para que dicha máquina pudiera volver con funcionar. Hoy, con todo el perfeccionamiento y con 30 años de mejoramiento, estamos haciendo la máquina volver a la operación en 11 días. Hay áreas en la usina que no existe Navidad, no existe Año Nuevo, no existe día santo, no hay nada. Funciona 24 horas por día, 365 días al año. Pero eso me dá la capacidad de producir en esa dimensión.
Grandes Construções – ¿Cuál es la participación porcentual de Itaipu dentro del sistema nacional?
Jorge Samek – Hoy es del 17,86%. Hubo una época en que correspondía al 27% de toda energía producida en Brasil. Si ocurriera un problema por aquí, en la línea de transmisión, resultaba en un perjuicio gigantesco al País. Todas las usinas en el País tienen una reserva técnica. Si caer una de ellas, inmediatamente la reserva entra en operación, para poder socorrer. Hay solamente una usina hidroeléctrica que no puede caer jamás, y esa usina es Itaipu. Si caer Itaipu apaga el Brasil, tamaña es la dependencia del sistema. En Abril de ese año empezó con entrar en el sistema la corriente continua proveniente de Jirau y Santo Antônio, en el Río Madeira. Cada una de dichas usinas, que entra en operación, es motivo de conmemoración para nosotros de Itaipu, porque nuestra participación relativa en el sistema nacional cae. Ahora, con la entrada en operación de las usinas del Río Madeira, es capaz de caer para un 15%. Es una belleza para garantía del sector eléctrico brasileño.
Grandes Construções – Además de la meta para este ano, de producir 100 millones de MWh de energía, ¿cuáles son las perspectivas para el sector, en su opinión?
Jorge Samek – En febrero hicimos aquí nuestra reunión de planeamiento estratégico anual. En dicha reunión quedó claro que en 13 años tendremos que disponer, en Brasil, del doble de lo que tenemos hoy en potencia instalada. ¡Es una locura! Estoy previendo un promedio de crecimiento de un 4% o un 5% al año, incorporando toda esa camada de la sociedad que se quedó al margen del crecimiento todo ese tiempo. En Brasil, aprovechamos hasta ahora un 35% de nuestro potencial hidráulico. Estamos hoy en la casa de los 101 MW de capacidad instalada y tenemos que superar los 200 mil MW. Una parte grande de ese crecimiento será con la generación hidráulica. Otra parte grande será con la generación a través de la caña. Después entran las usinas eólicas, que son una de las fuentes de energía donde más se está invirtiendo, pero que hoy es responsable por una participación de solamente 0,69% de la matriz energética nacional. El planeamiento estratégico prevé que las eólicas deberán responder, en 13 años, por una participación entre un 5% y un 7%, lo que ya es mucha cosa.
Projeto VE: Itaipu presenta vehículos eléctricos
Itaipu, en asociación con Agrale y Stola do Brasil, desarrolló el utilitario Agrale Marruá Eléctrico, prototipo que integra el Proyecto VE, capitaneado por la usina binacional, para el desenvolvimiento de vehículos híbridos y movidos a electricidad. El prototipo, con tracción 4x4, es equipado con motor eléctrico de potencia nominal de 40 kW (54 cv) y par de 130 Nm (13,3 kgfm), y puede llegar al doble de potencia y par en condiciones de pico. Dicho propulsor es enfriado por agua, lo que permite una reducción significativa de su dimensión y peso (79,5 kg).
El vehículo tiene dos baterías de sodio, con autonomía de aproximadamente 100 km y tiempo de recarga de 8 horas en enchufes de 220 voltios. Las baterías son reciclables y apropiadas para clima tropical. Utilizan materia-prima en abundancia en el Planeta y son tres veces más livianas que la batería plomo-ácido convencional.
El Proyecto Vehículo Eléctrico (VE) es una asociación de Itaipu Binacional y KWO – Kraftwerke Oberhasli AG, que controla usinas hidroeléctricas en la región de los Alpes, en Suiza. El acuerdo fue formalizado en mayo de 2006. Invitada por KWO para coordinar el proyecto, Itaipu evaluó la iniciativa como sostenible, de carácter ambiental y capaz de propiciar transferencia de tecnología.
Solamente en los primeros cinco años de Proyecto VE, más de 50 prototipos salieron del Centro de Pesquisa, Desenvolvimiento y Montaje de Vehículos Eléctricos (CPDM-VE), construido dentro de Itaipu.
El reto del Proyecto VE es llegar a un modelo con autonomía de 4540 km. Velocidad máxima de 150 km/h y recarga de solamente 20 minutos. Con robustez y precio compatible con el mercado convencional.
Además de producir, Itaipu es la más grande pista de gestes para el VE. Los modelos que salen del G5, equipados con aire-acondicionado, transportan empleados dentro y fuera de la usina. Son 120 puntos de recarga.
Autobuses y camiones eléctricos
Además del transporte individual, el Proyecto VE busca soluciones para el transporte de carga y de pasajeros. Surgió de esa preocupación el primer camión electro de Latinoamérica, en asociación con Iveco – brazo de Fiat para vehículos pesados, lanzado en agosto de 2009. Dicho camión tiene motor de 40 kW, autonomía de 100 km, con velocidad máxima de 70 km/h y 2,5 t. de carga.
El VE desarrolló también el primer autobús 100% eléctrico del País, que podrá contribuir en el transporte de empleados y turistas del sector eléctrico; y el autobús híbrido, movidos electricidad y a etanol, con capacidad para 34 pasajeros. El vehículo refleja la preocupación ambiental de Itaipu y asociados: la emisión de CO² en el funcionamiento del motor con etanoles compensada por la absorción del gas durante la producción de la caña de azúcar. En el balance, la emisión es cero.
Iniciadas las obras de la UHE Baixo Iguaçu
El día 21 de junio marcó el lanzamiento de la piedra fundamental, que oficializa el inicio de las obras de la Usina Hidroeléctrica Baixo Iguaçu, en el Río Iguaçu, entre Capanema y Capitão Leônidas Marques, en el Sudoeste del Estado de Paraná. El proyecto es resultado de una asociación entre Companhia Paranaense de Energia (Copel) y Neoenergia, uno delos más grandes grupos privados del País, actuando en el sector de Energía. La inversión es de R$ 1,6 mil millón, con participación del 30% de Copel y 70% de Neoenergia.La usina, que debe entrar en operación en 2016, tendrá capacidad para cumplir con el consumo de 1 millón de personas.
“El emprendimiento es de los más significativos, delante del creciente consumo de energía en Brasil”, ha dicho el director de medio ambiente y ciudadanía empresarial de Copel, Jonel Iurk, en solemnidad de anuncio de las obras, realizada en el Centro de Exposiciones de Capanema.
El director de Copel mencionó la expansión del sector industrial de Paraná, con la instalación de nuevas industrias y ampliación de plantas ya existentes. “En ese cuadro de crecimiento y desarrollo, Usina Baixo Iguaçu es importante para ampliar la oferta de energía para el estado y para el País”, ha dicho Iurk. El anuncio del inicio de las obras contó con la presencia, también del director de Generación, Transmisión y Telecomunicaciones de Copel, Jaime de Oliveira Kuhn; del director de Ingeniería, Jorge Andriguetto Jr, y del director jurídico, Julio Jacob Jr.
El reflejo de Usina Baixo Iguaçu en la región fue enfatizado por la directora-presidenta de Neoenergía, Solange Ribeiro. “El emprendimiento significa progreso, movimiento en la economía y desarrollo” ha dicho ella. Solange Ribeiro subrayó la asociación con Copel en el emprendimiento. “Copel es una gran empresa y segura para inversiones”, afirmó.
Los municipios de Capanema y Capitão Leônidas Marques, que tendrán áreas involucradas en la construcción de la usina, serán directamente beneficiados con el aumento en la recaudación de impuestos y generación de empleos. Además, cuando empezar con producir energía, Usina Baixo Iguaçu pagará una compensación financiera por el uso de los recursos hídricos, aumentando la renta de las municipalidades.
“Es la más grande obra de la historia de nuestro municipio. Era aguardada hace más de diez años y ahora se vuelve realidad gracias el Gobierno del Estado”, afirmó la alcalde de Capanema, Lindamir Denardin. “La construcción de la usina creará 2.500 empleos y ayudará mucho el desarrollo de nuestra región”, afirmó.
Retomada
Además de integrar el directorio del consorcio a ser formado entre las empresas, Copel asumirá las actividades de ingeniería del propietario y será responsable por monitorear la ejecución de la obra y el cumplimiento de cronogramas, controlar los contratos con proveedores, evaluar desde el punto de vista técnico el proyecto civil de la Usina, acompañar la fabricación y montaje de equipos, entre otras atribuciones.
La construcción de Usina de Baixo Iguaçu marca la retomada de Copel en la construcción de unidades de generación de energía. En diciembre último, la empresa inauguró Usina Mauá, en Telêmaco Borba y Ortigueira, con 363 megawatts. En las próximas semanas, será inaugurada la PCH Cavernoso 2, entre Virmond y Candói, con 19 megawatts. Juntas, Baixo Iguaçu, Mauá y Carvernoso 2 suman R$ 3,42 mil millones en inversiones.
La nueva usina será ubicada aproximadamente 30 quilómetros río abajo (jusante) de la Usina Governador José Richa (Salto Caxias) y tendrá tres unidades generadoras que, juntas, tendrán potencia instalada de 350 megawatts. La casa de fuerza será del tipo abrigada y será instalada en el municipio de Capanema, en la orilla izquierda del río. Un conjunto formado por subestación y línea de transmisión también será construido para conectar la usina al Sistema Interligado Nacional.
Un embalse será erguido en el lecho del río Iguaçu para permitir la formación del reservatorio, que tendrá solamente 31,6 km² de superficie – considerado muy pequeño en comparación con otras hidroeléctricas del mismo porte. El lago de Baixo Iguaçu será operado “a filo de agua”, lo que significa decir que no tendrá la función de acumulare gran volumen hídrico para regularizar el caudal del río, y con eso, por consecuencia, minimizará eventuales impactos ambientales.
El aprovechamiento del Baixo Iguaçu es el último emprendimiento energético previsto para el principal río de Paraná, donde ya operan cinco hidroeléctricas de gran porte: Foz do Areia, Segredo, Salto Caxias – todas de Copel – además de Salto Osório y Salto Santiago, pertenecientes a Tractebel. Juntas ellas totalizan 6.674 megawatts de potencia instalada.
UHE Baixo Iguaçu – Ficha Técnica
Potencia Instalada: 350,2 MW;
Garantía Física: un promedio de 172,8 MW;
Número de Turbinas: 3;
Altura del Embalse: 22 metros;
Extensión del Embalse: 410m;
Caída Bruta: 15,80m;
Área del Reservatorio: 31 km2;
Área de Inundación: 13 km2.
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