Mujeres ganan espacio como operarias de la construcción civil a través de programa de formación de mano de obra que empezó en favela de Rio de Janeiro
Cleide Sales
Un proyecto innovador está cambiando la vida de centenas de mujeres en Brasil. Se trata del proyecto “Mano en la Masa”, creado en 2007, con el objetivo de inserir como operarias, en el mercado de la construcción civil, mujeres en situación de vulnerabilidad económica y social. El proyecto nació a partir de una propuesta de diagnóstico social con las mujeres del Morro do Jacarezinho, en Rio de Janeiro, idealizado por la ingeniera civil Deise Gravina. Presuponiendo que la mano de obra femenina podría dar grandes contribuciones en sitios de trabajo, fue formulada la siguiente pregunta a las mujeres de la comunidad: ¿si tu pudieras elegir, se calificaría en el área de la construcción civil? Más del 70% de las 216 mujeres cuestionadas han dicho que sí, y que no solamente querían calificarse, como ya realizaban unas cuantas tareas en sus hogares.
A partir de ese resultado sorprendente, fue definido un programa con el objetivo de capacitar mujeres de 18 a 45 años, con escolaridad igual o superior al quinto año de la Enseñanza Fundamental, a través de cursos profesionales para formar pintoras, electricistas, albañiles, plomeras, entre otros. La calificación es gratis, con duración de seis meses.
Además de capacitar profesionalmente esas mujeres, el proyecto encamina las estudiantes hacia el mercado de trabajo, promoviendo así la ciudadanía y el mejoramiento en la calidad de vida, facilitando la educación de sus hijos y ayudando con el sustento de sus familias. El proyecto “Mano en la Masa” ayuda también con amenizar el grave problema de la falta de profesionales calificados en el sector de la construcción civil en Brasil. Según sondeo realizado por CNI (Confederación Nacional de la Industria) alrededor del 69% de las empresas del sector enfrentan esa dificultad. En 2011, fueron abiertas aproximadamente 40 mil vacancias para la construcción civil solamente en el estado de São Paulo, y en primero trimestre de este año ya llegan a más de 20 mil vacancias.
Según la sicóloga Norma Silva Sá, especialista en Gestión de Proyectos Sociales, quien actúa en la coordinación del proyecto, alrededor del 80% de las mujeres quiénes inician el curso trabajaban como sirvientas, con ingresos muy bajos y pocos recursos. “Hemos encaminado nuestras alumnas hacia las empresas y ellas empezaron como medio-oficiales, con salario inicial de R$ 1.030,00. Con la garantía de una profesión, el proyecto “Mano en la Masa” se volvió tentador para dichas mujeres”, afirma.
El proyecto cuenta con el respaldo de diversas empresas, como las constructoras Norberto Odebrecht y Andrade Gutierrez, y Petrobrás. Además de esas empresas, existen también entidades, sindicatos de la construcción civil, escuelas técnicas profesionales y universidades.
Norma revela que las empresas que han contratado las recién-formadas se declaran muy satisfechas con el resultado. “Las empresas subrayan que ellas son más organizadas, limpias, cuidadosas, no desperdician material de la obra y, principalmente, respectan las normas de utilización de equipos de seguridad”, revela.
Y completa: “Hasta hoy desconocemos cualquier constructora que haya contratado mujeres por primera vez y no volvió con contratar. Al contrario: siempre piden más operarias”.
El proyecto ya formó 410 operarias, carpinteras de forma, electricistas, y aproximadamente el 60% ya trabajan en el área. “Nuestro objetivo es formar 600 mujeres en sector de la construcción civil hasta 2013”, dice Norma.
Durante el curso, las alumnas reciben entrenamiento de Seguridad de trabajo, hacen gimnástica laboral, y aprenden como distribuir el peso que deben cargar, durante las actividades. Y más, ellas participan de clases de portugués, matemática, gramática y cuidados sobre la salud de mujeres.
Para que puedan adquirir experiencia práctica en obras, las alumnas son encaminadas hacia la etapa práctica del proyecto, con la orientación de profesionales del área, como, por ejemplo: ingeniero civil, técnica en edificaciones y en seguridad del trabajo, y maestro de obras. Ellas también visitan ferias del sector, asisten conferencias, participan de workshops y van a universidades.
Las clases prácticas en obras son realizadas en organizaciones de asistencia social o espacios comunitarios, que tengan como meta atender gratuitamente la población carente. La entidad es beneficiada con las obras, que son ejecutadas sin costo, debiendo arcar solamente con la compra de los materiales necesarios en la reforma. “El proyecto está cambiando completamente la vida de esas mujeres”, enfatiza Deise Gravina.
El proyecto está llegando a una proporción tan grande, con más de 400 mujeres formadas solamente en Rio de Janeiro, que ya se piensa en expandir el proyecto para otros estados brasileños. Según su idealizadora, aun en 2012 deberán ser iniciados cursos en Bahia, Rio Grande do Sul, Espírito Santo y Minas Gerais, además de otros municipios en Rio de Janeiro.
En los próximos meses serán abiertas 60 vacancias para trabajar en la construcción civil, totalizando casi 500 mujeres con capacitación profesional para actuaren en las obras.
Profesionales con otro perfil
A cada año, más y más mujeres rompen el paradigma de que el sitio de trabajo el lugar para macho. Según datos de la Relación anual de Informaciones Sociales del Ministerio del Trabajo y Empleo, el número de mujeres quiénes actúan en la Construcción Civil aumentó un 65% en la década. En los últimos 18 meses, el aumento fue de casi un 10%, totalizando 239 mil trabajadoras hasta julio de 2012. Esa tendencia es reflejada en el interés de las mujeres por cursos de calificación en el área. Atractivos como salarios a partir de R$ 2.000,00 y la seguridad de un empleo con cartera firmada son definitivos en la hora de la decisión.
Pero no es solamente para lograr un buen empleo que las mujeres apuestan en la construcción civil. Ambiciosas, muchas de ellas quieren ir más allá y abrir su propio negocio para lograr su independencia financiera. Las mujeres con nivel universitario también apuestan en el segmento. Hay estimativas de que hoy ellas ya ocupan el 35% de las vacancias en la enseñanza superior y técnica.
Para el empresario Miguel Pierre, socio de Concretta Escola de Construção, franquiciadora especializada en cursos dedicados a la construcción civil, las mujeres se están destacando por el interese en actuar en el mercado, con un perfil diferente de los hombres. “La mujer es más cuidadosa, detallista y experta en la lucha contra el desperdicio. Al aplicar dichas características en el sitio de trabajo, tenemos como resultado un servicio eficiente y con más perfección”.
Av. Francisco Matarazzo, 404 Cj. 701/703 Água Branca - CEP 05001-000 São Paulo/SP
Telefone (11) 3662-4159
© Sobratema. A reprodução do conteúdo total ou parcial é autorizada, desde que citada a fonte. Política de privacidade