P U B L I C I D A D E

ABRIR
FECHAR

P U B L I C I D A D E

ABRIR
FECHAR
30 de abril de 2015
Voltar

La alta tecnología en la producción de cemento reduce la emisión de CO2

La producción de cemento responde a cerca del 5 % del dióxido de carbono (CO2). No es en absoluto un número para sentirse orgulloso, y los fabricantes de la principal materia prima del hormigón se afanan por cambiar este escenario negativo. Dos casos recientes –uno en Estados Unidos y otro en Noruega –  muestran cómo la tecnología es una aliada importante. En el primer ejemplo, la norteamericana Skyonic, especializada en la captura de carbono, instaló de forma efectiva una operación en la fábrica de cemento de Capitol Aggregates, en San Antonio, Texas. Por su parte, la planta de Norcem Brevik, ubicada al sur de Oslo, ha probado alternativas como la depuración de amina, para retirar entre 30 % y 40 % de los gases emitidos en la unidad industrial europea.

La iniciativa norteamericana aúna dos realidades: una fábrica tradicional de cemento, que pertenece a una corporación (Capitol Aggregrates) que produce varios tipos de insumos para el mercado de la construcción civil; y una empresa de alta tecnología, Skyonic, cuyo foco es obtener ganancias a partir del CO2. El resultado del encuentro de estos dos mundos fue la activación de una unidad de producción que captura cerca de 83 000 toneladas al año de dióxido de carbono de la planta de cemento y los transforma en bicarbonato de sodio y ácido hidroclorhídrico. El proceso es simple, pues el CO2 emitido sustituye, grosso modo, los depósitos de minerales que serían la materia prima básica para obtener los dos insumos ahora fabricados por medio de la tecnología patentada de Skyonic.

La idea innovadora de la compañía norteamericana, o sea, la reutilización del carbono, es apuntada como una especie de “vaso sagrado” por el constructor Victor K Der, de Global CSS Institute, una organización sin ánimo de lucro que defiende este tipo de acción. El especialista fue empleado del Departamento de Energía del Gobierno de Estados Unidos y recuerda que las plantas de cemento son virtualmente fuentes gratuitas de generación de dióxido de carbono, si bien resalta que la eficiencia de las nuevas tecnologías para su recuperación depende del tamaño del mercado de los productos generados a partir del CO2. Un ejemplo que recuerda es el bombeo de gas en pozos de petróleo para mejorar la recuperación del combustible. “Es un segmento que demanda muy poco CO2 en comparación con la forma en que se emite mundialmente”, evalúa el especialista en una entrevista de octubre del año pasado a The New York Times.

Desde el otro lado del mundo, otra fábrica de cemento está haciendo limonada con su limón. La meta de Norcem Brevik es retirar por lo menos 30 % del dióxido de carbono generado en su unidad. En este caso, la tecnología abarca el calor residual de la propia industria combinado con amina para retirar los gases de combustión producidos. En una declaración a la respetada Technology Review, del Massachussetts Institute of Technology, de Estados Unidos, la gerente del proyecto noruego, Liv-Margrethe Bjerge, fue enfática. “Creo que somos el primer proyecto que comprueba la tecnología en condiciones reales de fábrica de cemento”, evaluó. Y dijo más: “es el único proyecto de cemento que realiza capturas poscombustión”.

La activación a gran escala de lo que era hasta entonces una prueba (octubre de 2014) tiene lugar hasta finales del primer semestre de este año.

 

 

 

Av. Francisco Matarazzo, 404 Cj. 701/703 Água Branca - CEP 05001-000 São Paulo/SP

Telefone (11) 3662-4159

© Sobratema. A reprodução do conteúdo total ou parcial é autorizada, desde que citada a fonte. Política de privacidade