Los proyectos de expansión del transporte de pasajeros y cargas por ferrocarril en Brasil pasarán, obligatoriamente, por grandes transformaciones.
En el caso de los correspondientes al sector de pasajeros, que avanzaban a pasos lentos, deben acelerarse en función de la realización de la Copa de las Confederaciones de 2013, el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Las obras en curso (de implantación de nuevas líneas de metros, metros ligeros VLT por sus siglas en portugués , aerotrenes, trenes regionales, etc.) y las que se tendrán que ejecutarse tienen por objetivo satisfacer la demanda reprimida desde hace décadas y la que surgirá después de los eventos deportivos. También en el sector de transporte de carga, las perspectivas son positivas, con la promesa de que se realizarán grandes inversiones. El Programa de Inversiones en Logística, anunciado por la Presidente Dilma Rousseff el pasado 15 de agosto, prevé la aplicación de 133 000 millones de reales en nueve tramos de carreteras y en doce tramos de vías férreas, que sumarán 10 000 kilómetros de nuevas líneas. El total de ese monto fue dividido en dos partes: 42 000 millones y 91 000 millones de reales, respectivamente.
El objetivo del programa es incrementar el valor de las inversiones públicas y privadas en infraestructura de transportes y promover la integración de carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, a fin de reducir costos y ampliar la capacidad de transporte, además de promover la eficiencia y aumentar la competitividad del país.
Del monto total que será invertido, se aplicarán 79 500 millones de reales en cinco años y 53 500 millones de reales en hasta 25 años, divididos de la siguiente forma: en ferrocarriles se invertirán 56 000 millones de reales en cinco años y 35 000 millones de reales en veinticinco años; en carreteras se invertirán 23 500 millones de reales en cinco años y 18 000 millones de reales en veinte años. La planificación de las acciones y el seguimiento de los proyectos estarán a cargo de la Empresa de Planificación y Logística (EPL), creada por el gobierno nacional para promover la integración logística de Brasil y presidida por Bernardo Figueiredo.
En lo que respecta a los ferrocarriles, el modelo propuesto es el de asociación público-privada (APP) que garante inversiones para doce proyectos y presenta novedades como la quiebra del monopolio en el uso de las vías férreas y la implantación de mecanismos que también estimulen la reducción de tarifas. En esta APP, el gobierno nacional será responsable de la contratación de la construcción, el mantenimiento y la operación de los ferrocarriles.
El modelo establece que la empresa pública Valec -Engenharia, Construções e Ferrovias S.A. , vinculada al Ministerio de Transportes, compre la capacidad integral de transporte y realice una oferta pública para vender la capacidad disponible a los usuarios que quieran transportar sus propias cargas, los operadores de vías férreas independientes y los concesionarios de transporte ferroviario. El modelo asegura el derecho de paso de los trenes en todas las redes, como una forma de reducir tarifas.
En el caso de los ferrocarriles, los inversores tendrán acceso a líneas de financiamiento con Tasa de Interés de Largo Plazo (TJLP por sus siglas en portugués), aumentada hasta el 1,0%; plazo de gracia de cinco años, y amortización hasta 25 años. Grado de apalancamiento entre el 65% y el 80%.
Para el sector de puertos, Empresa de Pesquisa e Logística mantiene para fines de octubre el lanzamiento del programa de inversiones, también con la expectativa de atraer la iniciativa privada como socio del poder público. La intención del gobierno es emprender una serie de acciones que promuevan la adecuación de los puertos existentes y la instalación de nuevas unidades. La previsión de inversión es de 30°000 millones hasta 40°000 millones de reales.
Con respecto al sistema aeroportuario, el escenario es de indefinición. Después de haber constatado el desinterés de las grandes operadoras europeas y asiáticas, que pretendía atraer para que inviertan en el sector, asociadas a Infraero (Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria), con una participación minoritaria, el gobierno estudia la posibilidad de modificar el formato del modelo de concesiones de aeropuertos. Se plantea la posibilidad de volver al diseño que preveía transferir a la iniciativa privada una parte mayoritaria del control de las concesiones.
La presidente Dilma Rousseff se resiste a aplicar el mismo formato de la subasta que concedió, en febrero del corriente año, los aeropuertos de Guarulhos (Cumbica), Campinas (Viracopos) y Brasília (Juscelino Kubitscheck), y que recaudó 24 500 millones de reales. Pretende, incluso, impedir que las empresas locales participen en la subasta, invitando solo a las operadoras extranjeras. También prefiere una subasta en la que el vencedor sea elegido no por el mayor valor de valor de concesión, sino por una puntuación que privilegie criterios técnicos. El Palácio do Planalto, sede del gobierno brasileño, tiene como meta atraer a operadoras internacionales con notorio conocimiento en administración de terminales aeroportuarias, capaces de transferir más know-how a Infraero.
Las indefiniciones del modelo que se adoptará deberán postergar para fines de octubre, como mínimo, la edición del «paquete» del gobierno para los aeropuertos. En dicha ocasión, el gobierno también deberá anunciar un plan de aviación regional, con inversiones de, como máximo, 4000 millones de reales. También deberá publicar un decreto que permita la explotación comercial de nuevos aeropuertos orientados principalmente a la aviación ejecutiva.
Av. Francisco Matarazzo, 404 Cj. 701/703 Água Branca - CEP 05001-000 São Paulo/SP
Telefone (11) 3662-4159
© Sobratema. A reprodução do conteúdo total ou parcial é autorizada, desde que citada a fonte. Política de privacidade