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24 de abril de 2014
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Energía alternativa: un escenario de sucesivos avances y retrocesos

La energía eólica sube, el biodiesel baja y la energía solar se arrastra: hace falta una política energética de largo plazo

Actualmente, las fuentes de energía alternativas son responsables por un 14% de contribución a la matriz energética brasileña. Los números son de Empresa de Pesquisa Energética (EPE), vinculada al Ministério das Minas e Energia, encargada de pensar el planeamiento energético del País. En esa categoría, se encuentran Pequeñas Centrales Hidroeléctricas (PCH), las usinas de biomasa, los parques eólicos y las unidades de generación de energía solar. Según Maurício Tolmasquim, presidente de EPE, el mayor crecimiento de capacidad instalada está siendo de la energía eólica, que saldrá de una participación de actuales 2% de la matriz para 8%. En el total de las energías renovables, incluyendo aquella generada por las grandes usinas hidroeléctricas, la capacidad instalada saldrá de un 84% para un 85% en 2021.

Recientemente, la empresa EPE divulgó los resultados de estudios sobre la demanda de electricidad para Brasil, en el período  2014-2013. En dichos estudios, fue analizada la dinámica del mercado de los principales segmentos industriales electro-intensivos, algunos de los cuales inseridos en una lógica de competencia global, con vista a la definición de los escenarios de expansión para dichos segmentos. Según los estudios, el promedio anual del crecimiento de la demanda total de electricidad será un 4,3% a lo largo de la próxima década, llegando a 781,7 terawatts-hora (TWh) en 2023, contra los actuales 514 TWh. Los datos serán utilizados como subsidio para la formulación del Plan Decenal de Expansión de Energía (PDE) y del Plan Nacional de Energía de Largo Plazo (PNE).

Para 2014, la previsión de EPE es que ocurra un crecimiento del consumo de un 3,8%, con destaque para los sectores comercial, con alta de un 4,4% y residencial, con crecimiento de un 4,1%. La tasa de 2014 será superior a la del año pasado, cuando el consumo de energía creció un 3,5%. Según datos preliminares calculados por EPE.

Dicha tasa promedia de crecimiento anual para los próximos 10 años está, según EPE, “en línea con el escenario adoptado para el crecimiento de la economía en el período, medida por el Producto Interno Bruto (PIB), que es también de un 4,3% al año.

EPE cree que el sector industrial debe presentar recuperación en comparación con los años anteriores, “reaccionando a la retomada económica nacional y mundial y reduciendo el nivel de ociosidad de la capacidad instalada en Brasil”.

Aún de acuerdo con EPE, este año, la industria debe presentar una tasa de crecimiento del consumo de electricidad de un 3,4%, contra la alta de 0,6% del año pasado.

En las proyecciones decenales del estudio, los sectores comercial y residencial seguirán liderando el aumento del consumo, con tasas del 5,5% y 4,3% al año, respectivamente. El consumo industrial de energía entre 2014-2013 deberá mantener el ritmo del 3,4% al año.

El sector comercial tendrá su peso en el consumo de energía en la red aumentando de un 18% en 2013 para un 21% en 2023; mientras el sector industrial reducirá la participación total de un 40% para un 37%, a pesar de mantenerse como el principal sector consumidor de electricidad en el país.

El etanol está en baja

Considerados como los temas de la actualidad en el escenario  de la generación alternativa de energía – jugando “para el tiro de esquina de la cancha”, inúmeros proyectos de PCHs que nunca han salido del papel – los proyectos de energía eólica en Brasil están conquistando, en los últimos tres años, un crecimiento significativo. Parte de eso se debe principalmente a una revolución tecnológica que ha abaratado el costo de los equipos.

La mayor competencia ha atraído alrededor de R$ 40 mil millones en inversiones en proyectos que deben entrar en operación hasta 2020. Desde una capacidad instalada actual de 3,8 Gigawatt de energía eólica, la expectativa es que 8,2 GW ya estén instalados hasta 2016, según EPE, en comparación con 9 GM de biomasa de caña de azúcar, por ejemplo. La participación de la biomasa en la matriz debe caer de actuales 8% para un 7% en 2021, según EPE. Eso porque, mientras el precio de la energía eólica logró reducir su valor en más del 60% desde 2005, la biomasa no encontró mecanismo de reducción de precio, lo que resultó en reducción de su ventaja competitiva.

Para Zilmar de Souza, gerente de bioelectricidad de União da Indústria da Cana-de-Açúcar (Única), la ventaja competitiva de la biomasa de caña está vinculada, actualmente, a la existencia de nuevos proyectos de usinas de etanol, los llamados greenfields. “Pero como no existen nuevos proyectos, el precio de la energía de biomasa refleja el costo de transformar viejas usinas para producir electricidad, lo que resulta más dispendioso,” ha dicho. El mismo gobierno federal ya considera la posibilidad de una producción nacional del etanol no ser suficiente para cumplir con las necesidades impuestas por el aumento del consumo de gasolina, en los próximos años.

Para intentar minimizar el problema, el gobierno federal está finalizando la elaboración de programas de financiamiento para estimular una renovación de cañaverales y la recuperación de 150 millones de toneladas de caña de azúcar.

En la evaluación de los ministerios de Agricultura y de Minas e Energía, la cosecha actual presenta una reducción del 30% en la molienda de caña.

Biodiesel en alta

Si la oferta del etanol es considerada insuficiente para la demanda, el mercado del biodiesel, otro biocombustible de la matriz energética, está "plenamente abastecido", según la evaluación del gobierno. La producción nacional de biodiesel volvió con tener un rendimiento positivo en 2013 con una producción estimada en 2,8 mil millones de litros, un volumen un 3% mayor que el producido en el año anterior, cuando fueron entregados 2,7 mil millones de litros. La estimativa es de Associação Brasileira das Indústrias de Óleos Vegetais (Abiove).

La producción de biodiesel crece conforme aumenta el consumo de diésel. La estimativa es que el consumo de diésel B por toda nuestra flota de autobuses y camiones pueda llegar hasta 60 mil millones de litros. En ese caso, el biodiesel debe tener producción de 2,8 mil millones de litros. Según la Ley 11.097/2005, es obligatoria la mezcla del 5% de biodiesel en el diésel B.

Como el 96% de las compras de biodiesel  se hacen a través de subastas públicas de Agência Nacional do Petróleo, Gás Natural e Biocombustíveis (ANP), el crecimiento de la producción del sector sigue "rigurosamente" la producción de diésel.

A súper cosecha también colaboró para que el sector tuviera materia-prima abundante y a precios menores para cumplir con la demanda. En fines de julio del año pasado, la cotización del aceite de soya entregado en la ciudad de São Paulo llegó al menor nivel desde octubre de 2010, según el indicador del Centro de Estudos Avançados em Pesquisa Aplicada (Cepea), de Escola Superior de Agronomia/USP.

Hoy, el aceite de soya es responsable por el 74% de la fabricación de biodiesel y, per se, ya sería capaz de cumplir con la demanda adicional para este año.

El sol, un potencial que se está desperdiciando

Por el momento, la energía solar todavía no aparece de manera aislada en las estimativas de EPE. Pero los expertos en el tema consideran que dicha modalidad de generación tiene enorme potencial de crecimiento en el largo plazo, cuando los precios de los paneles fotovoltaicos de captación sean accesibles y las residencias puedan capturar dicha energía para utilización propia y, en caso de excedente, sea posible incluirlo en la red para que tengan descuento en su cuenta mensual.

Brasil es rico en incidencia de rayos solares. Unos cuantos municipios nordestinos, como Petrolina (PE), Floriano (PI) y Bom Jesus da Lapa (BA), reciben radiación solar comparable a Dongola, en Sudán, reconocido como el punto del planeta donde el sol incide con mayor potencia. Pero expertos en energía afirman que tenemos descuidado de ese gran potencial de aprovechamiento del sol como fuente directa de generación de electricidad. Uno calcula que la producción actual de energía a partir de dicha fuente llegue, anualmente, a 20 millones de megawatts/hora de electricidad, lo suficiente para abastecer 15 mil residencias de dos habitaciones.

El alto costo de producción y la falta de políticas gubernamentales de incentivos son algunos de los factores que retrasan el crecimiento de esa fuente energética entre nosotros. En comparación con otras fuentes, como la energía eólica y la hidroeléctrica, la energía solar es aproximadamente tres veces más cara.

Los avances suceden, aunque lentamente. Científicos de la Universidad Federal de Pernambuco trabajan en el desarrollo de un panel solar inédito en el mundo, capaz de generar el doble de la energía eléctrica con la misma cantidad de colectores de un equipo convencional. El panel podrá suministrar energía eléctrica para 16 casas al mismo tiempo, lo que antes era solamente posible a través de paneles individuales.

Ingenieros de Pontifícia Universidad Católica de Rio de Janeiro están testando un refrigerador solar que produce 5 kg de hielo por día. Dicho refrigerador puede ser útil en colonias de pescadores o en puestos de salud aislados para conservar vacunas.

Ese está siendo un espacio donde la energía solar está logrando crecimiento sensible: lo de la cogeneración y de la producción individual, con aplicación residencial. Estudio divulgado por EPE apuntó que el costo de la generación en las residencias brasileñas, a partir de un equipo de pequeña potencia es de R$ 602,00 por megawatt/hora (MWh), más barato que la energía vendida por diez de las más de 60 distribuidoras de energía.

 

 

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