Fonte: Assessoria de Imprensa
Sobratema publica el relevamiento del conjunto de obras a construir en Brasil hasta el 2016, a fin de orientar a la industria y los inversores
Más de 9500 grandes obras en todo el país, en sectores tan diversos como saneamiento, generación de energía, transporte y logística, siderurgia, hotelería, pulpa y papel, estadios deportivos, gas y petróleo y centros comerciales. Oportunidades de negocios que involucran recursos de más de 1,3 billones de reales. Esta es la nueva cara de Brasil que finalmente emerge en la escena económica mundial como uno de los países más prometedores, con capacidad para trazar una trayectoria de crecimiento sostenible y atractivo para inversores extranjeros.
Este es también el universo del estudio encargado por la Asociación Brasileña de Tecnología para Equipos y Mantenimiento (Sobratema) que orientará, a lo largo de los próximos seis años, no sólo a sus miembros —representantes de la industria de máquinas y equipos para la construcción pesada y la minería—, sino también a todos los que actúan en los sectores de la construcción civil, ingeniería, minería e infraestructura.
El resultado de seis meses de investigación, el informe «Principales inversiones en el área de infraestructura y el sector industrial» previstas en Brasil hasta el 2016, tiene por objeto estructurar y organizar la información disponible en el mercado, pero hasta el momento dispersa o en circulación solo dentro de cada ramo de negocios, de forma de reunirla en un único documento. Con este objetivo, el informe presenta un panorama general del sector de la construcción en Brasil y señala las perspectivas de cada uno de los ramos más importantes de infraestructura y obras.
Según Cristina della Penna, directora de Creiactive Assesoria Comercial, la firma consultora que Sobratema contrató para llevar a cabo el estudio, el trabajo trata de materializar la percepción de que el sector de la construcción y toda su cadena está asumiendo un papel protagónico en este nuevo ciclo de desarrollo de Brasil. «El Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) del gobierno nacional, el Mundial de Fútbol Brasil 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, son algunas de las palancas que, sin duda, marcarán la diferencia y elevarán el importe de la inversión en infraestructura a nuevas alturas en nuestro país. Y toda la cadena de suministro de la construcción está acompañando este salto de desarrollo y preparándose para lo que debe ocurrir en términos de obras en los próximos años», dice.
Paulo Lancerotti, director ejecutivo de Sobratema, considera que el informe, al proporcionar información de alta calidad, permite que todo el sector de la construcción —incluidos constructoras, fabricantes de maquinaria, componentes, repuestos y equipos, proveedores de servicios e insumos para la construcción— haga análisis cuantitativos, programe inversiones, y planifique y adapte su capacidad a fin de satisfacer de la mejor forma las demandas crecientes del mercado.
Metodología
Penna explica que, para ofrecer una visión privilegiada del contexto brasileño, con tantas áreas de negocios diferentes y tantas oportunidades de inversión, se segmentó el mercado en once sectores. A saber:
Energía: subdividido en obras de generación, transmisión y distribución. En el relevamiento de los datos se usaron en total cuarenta y tres fuentes secundarias.
Combustible: subdividido en obras en las áreas de alcohol, biodiesel, astilleros, etanol, gas y petróleo. En este sector se consultaron trece fuentes secundarias.
Saneamiento: subdividido en obras de: abastecimiento de agua, alcantarillado de aguas residuales, canalizaciones, presas y embalses, riego, saneamiento y medio ambiente y otras. Para el análisis de este sector se usaron ocho fuentes secundarias.
Transporte: subdividido en obras de aeropuertos, ferrocarriles, vías navegables, metros, puentes y viaductos, puertos, carreteras y vías urbanas, y otras. En total, se usaron dieciocho fuentes secundarias.
Se hizo un análisis general y se clasificaron las principales obras de cada sector. El estudio también cuantifica el monto de inversión por región y el tipo de obra, lo que permite realizar análisis administrativos y estratégicos.
Crecimiento con mucha energía
Según el relevamiento, que tuvo en cuenta principalmente los datos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), solo en el ámbito de la infraestructura, la perspectiva de inversión entre el 2010 y el 2013 es del orden de 274 000 millones de reales. Se incluyen los sectores de energía eléctrica, telecomunicaciones, saneamiento y logística. El sector eléctrico es el que requerirá más recursos, con un volumen previsto de inversión del orden de 92 000 millones de reales, cifra que representa un 33,5 % del total de la inversión hasta el 2013.
Se trata de proyectos para la generación, transmisión y distribución de energía, que son los proyectos emblemáticos del complejo hidroeléctrico del río Madeira —centrales de Jirau, con 3450 MW, y San Antonio, con 3200 MW, ambas en el estado de Rondonia—, Belo Monte, con capacidad de producción de 11 233 MW, en el estado de Pará, y la tercera central nuclear de Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro. El monto a invertir en el sector es un 35,7 % más alto de lo que se invirtió entre el 2005 y el 2008 (199 000 millones de reales).
A continuación, en términos de volumen de recursos, se encuentran los sectores de telecomunicaciones, saneamiento, ferrocarriles, transporte, carreteras y puertos.
También tomando como base las proyecciones del BNDES, el estudio encontró que, debido a los yacimientos recién descubiertos en la capa presal, la explotación de gas y petróleo estará a la cabeza de la inversión en el sector durante los próximos cuatro años, con un total de 271 000 millones de dólares (aproximadamente 487 000 millones de reales). En comparación con el período comprendido entre el 2005 y el 2008, la cifra representa un crecimiento de casi el 42 % en el volumen de recursos invertidos en el sector. La explotación de la capa presal debe generar un efecto multiplicador en la industria brasileña y actuar como un círculo virtuoso. Varios sectores, como la industria de la construcción naval, la siderurgia, la metalurgia y la fabricación de máquinas y equipos, se beneficiarán de la explotación de los yacimientos.
Más del 60 % de la inversión se destinará al sector de gas y petróleo, 171 000 millones de dólares hasta el 2013, según las estimaciones del BNDES. Petrobras, en su plan estratégico, prevé una inversión de 174 400 millones de dólares del 2009 al 2013.
Otro sector de la cadena del petróleo que contribuirá en gran medida a la expansión del sector es la industria petroquímica, que triplicará con creces la inversión de 5000 millones de dólares del período 2005-2008. Según cálculos del BNDES, se aplicarán 17 000 millones de dólares en petroquímica hasta el 2013, cifra que representa un aumento del 240 % en relación con el cuatrienio anterior.
Entre los proyectos en curso se encuentran Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj) y el complejo petroquímico de Suape, estado de Pernambuco, que demandarán 8400 y 2000 millones de dólares, respectivamente.
Al menos ocho grandes astilleros de grupos nacionales y extranjeros, con un valor estimado en 10 000 millones de dólares, están en fase de diseño y se pondrían en funcionamiento entre el 2010 y el 2011. El objetivo es satisfacer la creciente demanda de construcción de sondas de perforación, plataformas y buques petroleros, que debe ascender a 150 000 millones de reales en cinco años, según el Sindicato Nacional de la Industria Naval de Brasil (Sinaval).
En el sector de saneamiento se relevaron 5838 obras que demandan una inversión de 80 964,8 millones de reales. En el sector de transporte se relevaron 719 obras, por una inversión total de 232 163,80 millones de reales.
Para capacitar las 12 ciudades subsedes para el Mundial 2014, se necesitará una inversión de al menos 79 400 millones de reales, centrada en obras de infraestructura, construcción de nuevos estadios de fútbol y remodelación de los existentes. Las obras previstas también incluyen la construcción de centros de entrenamiento, reforma de aeropuertos, proyectos de fomento del turismo, mejoras de la seguridad y adecuación del sistema de tránsito, entre otras. Teniendo en cuenta sólo las obras en instalaciones deportivas, los gastos previstos son de 10 000 millones de reales aproximadamente.
Por otra parte, el proyecto olímpico de Río de Janeiro tiene un presupuesto de alrededor de 25 000 millones de reales, gran parte del cual se dedicará a proyectos de infraestructura, tales como transporte, saneamiento y seguridad, además de la construcción de instalaciones deportivas, la Villa Olímpica y el centro de prensa, por ejemplo. Sólo las instalaciones deportivas, 41 obras, costarán alrededor de 2000 millones de reales.
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