Elevado nivel de accidentes en el país está relacionado al no cumplimiento de las normas de seguridad
De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, desde 2003, adoptó la fecha de 28 de abril como el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, ocurren anualmente 270 millones de accidentes de trabajo en todo el mundo. Aproximadamente 2,2 millones de ellos resultan en muertes. En Brasil, según el reporte, son 1,3 millón de casos, que tienen como principales causas el no cumplimiento de normas básicas de protección a los trabajadores y malas condiciones en ambientes y procesos de trabajo.
Según el estudio de OIT, Brasil ocupa hoy el 4 lugar en el mundo en relación al número de muertes, con 2.503 óbitos. El país pierde solamente para China (14.924), Estados Unidos (5.764) y Rusia (3.090). En la década de 1970, Brasil registraba un promedio de 3.604 óbitos para 12.428.826 trabajadores. En los años 1980, el número de trabajadores aumentó para 21.077.804 y las muertes llegaron a 4.672. Ya en la década de 1990, hubo reducción: 3.925 óbitos para 23.648.3341 trabajadores.
El Anuario Estadístico de la Previdencia Social de 2006, último publicado por el INSS, muestra que el número de muertes relacionadas al trabajo disminuyó un 2,5%, en relación al año anterior. Sin embargo, los accidentes de trabajo aumentaron y sobrepasaron los 500 mil casos. Datos de los Ministerios del Trabajo y Empleo y la Previdencia Social de 2005 muestran que las áreas con mayor número de muertes son Transporte, Almacenaje y Comunicaciones, con siete óbitos entre 3.855 trabajadores; la industria de la Construcción, con seis óbitos entre 6.908 trabajadores; y el Comercio y Vehículos, con cinco óbitos entre 24.782 trabajadores.
Accidentes de Trabajo
Un promedio aproximado de 700 mil casos de accidentes de trabajo son registrados en Brasil todos los años, sin contar los casos no notificados oficialmente, según el Ministerio de la Previdencia. El País gasta alrededor de R$ 70 mil millones en ese tipo de accidente anualmente. Entre las causas de dichos accidentes están máquinas viejas y desprotegidas, tecnología ultrapasada, mobiliario inadecuado, ritmo acelerado, asedio moral, exigencias exageradas y falta de respecto a diversos derechos. Los accidentes más frecuentes son los que causan fracturas, luxaciones, amputaciones y otros herimientos. Muchos causan la muerte del trabajador. La actualización tecnológica constante en las fábricas y la adopción de medidas eficaces de seguridad resolverían gran parte de ellos.
En la secuencia, aparecen los casos de lesiones por esfuerzo repetitivo y Disturbios Osteo-musculares Relacionados al Trabajo (LER/Dort), que incluyen dolores en las espaldas. La prevención se hace por correcciones posturales, adecuación del mobiliario y de los instrumentos y dosificación de la carga de trabajo. En tercer lugar, aparecen los trastornos mentales y comportamentales, como episodios depresivos, estrese y ansiedad. Según Remigio Todeschini, director del Departamento de Políticas de Salud y Seguridad Ocupacional del Ministerio de la Previdencia Social, eses son los problemas de solución más complexa.
Además del impacto social y jurídico de los accidentes en el trabajo, las empresas están sujetas a mayor costo financiero debido al número de ocurrencias. La aplicación del Factor Accidentario de Prevención (FAP), a partir de 2010, obligó a las empresas a pagar más impuestos sobre la planilla de pagos conforme el índice de accidentes de trabajo. Dichos recursos sirven para financiar el Seguro Accidente de Trabajo (SATR), para costear beneficios o jubilaciones resultantes de accidentes de trabajo. A partir de 2011, una nueva Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo fue creada invirtiendo la lógica anterior, de la rehabilitación y tratamiento, para el enfoque de la prevención, que integra acciones combinadas entre tres ministerios: Previdencia, Trabajo y Salud.
Solución en los sitios de trabajo preocupa
Todavía fuera de esas estadísticas, el aumento de la producción en los sitios de trabajo contribuye para elevar el número de accidentes en dichos sitios por todo el país, principalmente por soterramiento, caída o choque eléctrico. Según informaciones del auditor fiscal Francisco Luiz Lima, del Sindicado Nacional dos Auditores Fiscais do Trabalho en reunión de la Comissão de Direitos Humanos e Legislação Participativa (CDH) del Senado Federal -, la improvisación presente en la construcción civil agrava el problema, verificado en las diferentes regiones, ya sea en construcciones de habitaciones, incentivadas por el programa “Mi Casa, Mi Vida”, o en grandes obras para implantación de las nuevas hidroeléctricas y para los eventos deportivos que serán realizados en el país.
El auditor Luiz Lima relata un crecimiento de las tensiones en los sitios de trabajo, debido a la presión por productividad, y comprueba eso a través de la reducción del tiempo para la construcción del metro cuadrado: en 1995 el tiempo necesario para su construcción era de 42 horas y hoy fue reducido para 36 horas. Jeferson Seidler, representante del Ministerio del Trabajo, afirmó que el número de accidentes en las grandes obras mantiene el promedio de los últimos años. “No hubo un aumento en relación al promedio histórico, pero aunque sean obras más estructuradas, cuando el equipo las visita, encuentra muchas irregularidades”, dice.
Sin embargo, los accidentes están diseminados por todos los sectores económicos. Según el juez Sebastião Geraldo de Oliveira, del Tribunal Superior del Trabajo (TST), a cada día de 2011, un promedio de 50 trabajadores salieron del mercado por muerte o invalidez permanente, víctimas de accidentes de trabajo en todos los sectores productivos. En aquel año, fueron aproximadamente 18 mil accidentes registrados, que resultaron en muerte o invalidez permanente. Y otros 300 mil accidentes de trabajo, también en 2011, causaron invalidez temporaria de trabajadores, número que puede ser mucho superior, considerando que no hay registro para el mercado informal. Las informaciones fueron publicadas en el Periódico del Senado.
Entre las causas de tantos accidentes, Sebastião de Oliveira mencionó la falta de la cultura de prevención y un ritmo de trabajo cada vez “más denso, tenso e intenso”. “Uno imagina que el accidente forma parte de la producción, que es obra del acaso. No, el accidente es principalmente obra del descaso, de la falta de la cultura de prevención”, dice él, subrayando el aumento de la tensión en el ambiente del trabajo.
El debate en el Senado destacó dificultades de fiscalización, ya sea por el número insuficiente de auditores fiscales, o por las malas condiciones de trabajo y riesgos que enfrentan dichos profesionales. El dimensionamiento del cuadro funcional de inspectores es inadecuado para actuar en el combate al trabajo infantil y trabajo esclavo, que no es más solamente en el medio rural, pero también en las capitales. “Es también insuficiente para actuar contra la subcontratación ilícita, un problema enorme en el país, que la construcción civil empeora, pues hoy se subcontrata todo dentro de la construcción civil” agregó Francisco Lima.
En la opinión del senador Ataídes de Oliveira (PSDB0-TO), los entrenamientos de mano de obra conducidos en el país son ineficientes, comprometiendo la formación en seguridad del trabajo. Para él, dicha ineficiencia es resultado de la nada aplicación de los recursos recaudados por las entidades del Sistema S (Senai, Senac, Sesi, entre otros), responsables por la formación de trabajadores.
“En 2012, el Sistema S recaudó 15 mil millones de reales para la tarea de calificar la mano de obra. ¿Dónde fueron aplicados eses 15 mil millones?” cuestionó el senador por Tocantins. En el debate, el senador Paulo Paim (PT-RS) lamentó la situación de los trabajadores subcontratados, considerados por los expertos como más expuestos a accidentes que los demás. “A cada diez accidentes, ocho son con subcontratados. Hay algo de errado”, ha dicho el senador.
Al comentar el tema, Renato Henry Sant’anna, presidente de la Associação Nacional dos Magistrados da Justiça do Trabalho (Anamatra) hizo un apelo para que el Congreso defina reglas claras para la reglamentación del trabajo subcontratado. La entidad incluso lanzó una cartilla del Trabajo Seguro y Saludable. El presidente de la entidad, Renato Sant’anna, explicó que la cartilla visa promover la cultura de la prevención de accidentes de trabajo y será distribuida a trabajadores, empleadores y estudiantes quiénes se preparan para ingresar en el mercado. “El objetivo de los jueces del trabajo con la cartilla es despertar para una realidad que avergüenza Brasil y la Justicia”, dice, se refiriendo a la cuarta posición ocupada por el país en el ranking mundial de accidentes de trabajo.
Plataformas aéreas: los beneficios y el riesgo del trabajo en altura
Con la expansión de la actividad económica en Brasil, creció también el uso de plataformas aéreas en el País, equipo que permite el desarrollo de diversos tipos de trabajo en altura. En 2012, entraron en el mercado 6.035 nuevas unidades, el equivalente a US$ 293,74 millones. Para 2013 la expectativa es que haya una nueva expansión, llegando a la cantidad récord de 6.500 equipos. Los datos fueron divulgados durante la conferencia de Raphael Cardoso, director del Negocio de Plataformas Aéreas de Trabajo de Terex Latin America durante el Sobratema Workshop 2013, realizado en la fecha de 3 de abril, en São Paulo, que debatió el Movimiento Vertical y Trabajos en Altura. El evento abordó los cambios en las Normas Reglamentarias NR 18 y la nueva NR 35, y las acciones de prevención de accidentes en el ámbito de las operaciones en altura.
“Entre enero y febrero de este año, ya entraron en Brasil alrededor de 1.600 nuevas unidades, lo que demuestra el potencial de crecimiento del mercado de plataformas aéreas en el País y la velocidad con que eso está sucediendo”, afirma Raphael Cardoso.
El ejecutivo recuerda que el mercado de trabajo en altura empezó a mudar con la publicación de la Norma Reglamentaria 18 (NR-18), en julio de 2007, e con eso, hubo un crecimiento expresivo en la entrada de plataformas aéreas en Brasil. “En 2002, fueron aproximadamente 80 unidades en comparación con 2.950 nuevos equipos, en 2008”, ejemplifica. “Nuestra estimativa es que, actualmente, haya alrededor de 22 mil plataformas aérea en todo el País”, agrega.
Raphael Cardoso subrayó también que la plataforma aérea es el mejor método para movimiento de personas y profesionales quiénes trabajan en altura, independientemente del segmento. “Cuando llega el momento de optar por un tipo de plataforma, es necesario observar unas cuantas variables, como por ejemplo, el terreno, a fin de garantizar la seguridad del operador y la productividad del equipo”, finaliza.
Un estudio comparativo presentado por Caio Melo, director técnico de Montarte, comprobó que la productividad de un elevador de cremallera es casi el doble frente a un elevador de cable de acero. El estudio comparó los dos equipos, en el plazo de 12 meses, con la misma altura de torre (100 metros) e igual la cantidad de paradas (30). “En idénticas condiciones de trabajo, el elevador de cremallera transportó aproximadamente 25 millones de carga contra poco más de 12,6 millones de carga movidas por el elevador de cable de acero”, explicó Caio.
En términos de transporte de pasajeros, la diferencia es mayor. Fueron más de 347 mil personas transportadas por el elevador de cremallera contra más de 164 mil pasajeros transportados por el elevador de cable de acero. “La ganancia final fue de 182,5 mil personas y 12,4 millones de cargas transportadas”, evaluó el ejecutivo en su presentación en el Sobratema Workshop 2013. El estudio apuntó que el elevador de cremallera tiene mayor capacidad de carga y de personas que el elevador de cable de acero, además de tener una velocidad de la cabina aproximadamente 52% más alta, de 33,5 m/min contra 22 m/min. “Es el equipo ideal para ser usado en sitios de trabajo de infraestructura, emprendimientos inmobiliarios y, también, para fines industriales”, ha dicho Caio.
Nuevas reglamentaciones visan aumentar la seguridad de la operación en altura
Para Antônio Pereira, Auditor Fiscal del Trabajo de SRTE-SP y Coordinador del Programa Estadual de Construcción de São Paulo, las reformulaciones de NR 28 y de la nueva NR 35 son importantes puntos de partida hacia una nueva fase, en que no hay más espacio para improvisaciones en los sitios de trabajo, principalmente debido al uso de equipos modernos, como las plataformas aéreas. “La revisión del texto de la NR 18 ya menciona el uso del Rigger, el plan general de movimiento, el uso de mini-grúas, o sea, incluye una serie de procesos de mecanización, que ya son muy usados en la construcción, pero hasta entonces no estaban reglamentados debidamente”, ha dicho. Según él, el profesional quien más sufre accidente fatal en la construcción es el carpintero: “es él quien monta y desmonta las formas”. Pero debemos incluir en esa lista el armador y el electricista.
La seguridad es una cuestión preocupante por su impacto tanto en los aspectos sociales jurídicos y de prevención. Por causa de eso, relata que algunas constructoras del área residencial y comercial estiman un costo del 2% al 5% del costo de la obra en acciones de prevención y seguridad, incluyendo los Programas de Seguridad y Salud, medidas de protección colectiva, individual y gestión de las empresas subcontratadas, principalmente.
Según Pereira, mientras la NR 18 hablaba poco sobre el trabajo en altura, el índice de muertes por caída de objetos o personas llega al 50% del total de accidentes. “Si pensamos en construcción pesada, hay otros agravantes como atropellamientos, soterramiento, solapamiento. Pro en ese caso de máquinas y equipos en construcción liviana, mitad de las muertes que ocurren es por caída”, resalta. Él enfatiza que “no es más posible” echar toda la responsabilidad en el trabajador. “Si la empresa no le ofrece las condiciones razonables de operación, el contratante principal es responsable por sus subcontratados”, alerta.
“Los cambios que están ocurriendo en las normas traen mayor respaldo en términos de aspectos legales y normativos para el trabajo en altura. Las otras normas de reglamentación poco hablaban y mostraban como limitar o amenizar el riesgo de caída. Hoy, ya son 35 normas de reglamentación y hasta el final del año habrá más dos otras, llegando a 37 NRs. Es importante también subrayar que la NR tiene fuerza de ley”, advierte.
En la opinión de Pereira, en la práctica hay un desvío de enfoque. “Yo veo muchas empresas que se preocupan más con la gestión del papel, con la ISO, que con el día a día del sitio de trabajo. Yo llegué en una empresa en la cual los procedimientos para chequear el elevador de cremallera eran referentes al de un elevador a cable. Entonces es necesario tomar cuidado con la gestión del papel”, enfatiza.
Entre los diversos cambios en andamiento, uno de ellos se refiere al señalizador, un cambio que cuenta incluso con el apoyo de Sobratema. “Él es tan importante cuanto el operador de grúa o del guindaste, pues es quien está apoyando la operación en tierra y, muchas veces, no sabe leer o escribir, o dimensionar correctamente un centro de gravedad de un señal, de una escalera, de un pre-moldado”, informó Pereira.
De acuerdo con él, no se gana nada en tener una máquina maravillosa y no tener la capacitación técnica, o no tener un operador profesional. O también, no contar con un supervisor, un encargado quien respaldo la operación. “No se gana nada en tener mil procedimiento si los básicos no son atendidos”. Pereira alertó sobre la banalización en el uso de los equipos, incurriendo en procedimientos que ponen la seguridad de trabajadores en riesgo, y recuerda la cuestión de la responsabilidad civil y criminal del ingeniero responsable.
Para el auditor, la ocurrencia de un accidente representa el ápice de una serie de errores y fallas, tal como ocurrió en la tragedia de Santa Maria. “Todo accidente es multi-causal. Lo que ocurre es que un día surge un diferencial, algo nuevo, puede ser el viento, la lluvia, el operador quien está más fatigado, la máquina con algún problema. No se trata de una causa única, pero una sucesión de errores, y que en aquel día representó una gota de agua. Eso sucedió con los grandes accidentes de las empresas aéreas y así por adelante”, comentó.
Pereira cree que, en su nueva fase, las normas se preocuparon en no enyesar los procesos, pero darle más condición para que las empresas puedan prevenir ocurrencias. Sin embargo, él es reticente con respecto a la concientización por parte de muchos empresarios. “Creo que una gran parte delas empresas del sector todavía consideran más la cuestión del costo. “Con excepción de las grandes constructoras, como Camargo Corrêa, Odebrecht, Andrade Gutierrez, Racional Engenharia, HM, entre otras, muchas no perciben la cuestión del costo-beneficio. Piensan, por ejemplo, “ese calzado es más caro”, pero no ven la calidad y el conforto al trabajador que está implicado en esa inversión. Eso es algo arraigado”, comenta.
Sin embargo, Pereira subrayó que las empresas deben evaluar el costo que resulta de la falta de prevención. “Hoy, las empresas están siendo impactadas por una serie de cobranzas, a través de multas, acciones regresivas de la Abogacía General de la Unión, del Ministerio Público, o del Ministerio del Trabajo y Empleo, además del costo de la previdencia. Empresas con mayor número de accidentes o trabajadores enfermos pagan tasas mayores con base en su planilla de pagos; las empresas que no cumplen con los términos de conducta, acaban sufriendo acciones civiles públicas. O sea, ese en un dinero que acaba saliendo de la empresa y muchas veces acaba no siendo repasado para el trabajador. Entonces, cuanto más ella invertir en capacitación, en entrenamiento y en calificación, mejor. Es fundamental que nuestro empresariado desee ese cambio involucrando todo el nivel jerárquico de su empresa, generando concientización y comprometimiento”, concluye.
Entidad certifica empresas del área de plataformas
Al mismo tiempo en que ocurre mayor inversión en entrenamiento, las empresas deben se preocupar con la calificación de los operadores, buscando entrenamiento que sea certificado. Para Antônio Barbosa, gerente nacional del IPAF – International Powered Access Federation (Federación Internacional de Plataformas Aéreas), es importante que las empresas busquen entrenamiento adecuado y certificado. La entidad está presente en 44 países, detiene 1.000 asociados, y involucra intereses de fabricantes, empresas de alquiler y distribuidores de plataformas de trabajo aéreo. “Nosotros congregamos todas las empresas que, de alguna manera, trabajan con el uso del equipo”.
Recientemente, la IPAF divulgó un estudio que muestra que, en 2012, ocurrieron 31 accidentes fatales involucrando plataformas aéreas en el mundo. “La mayoría de dichos accidentes es ocasionada por falla humana, falta de preparo para la operación y problemas de mantenimiento”, evalúa Barbosa. “Todo eso podría ser minimizado con la concientización sobre la manera adecuada del uso de las plataformas y de su mantenimiento”, agrega.
Según el gerente, durante un entrenamiento, el operador es instruido cuanto a la operación y, principalmente, en relación a los peligros involucrados. Al ser entrenado, ese profesional aprende como evaluar las condiciones climáticas, atmosféricas y del suelo, y los eventuales obstáculos, como postes, estructuras, redes eléctricas, edificios, entre otros. También son suministradas informaciones para evaluar los riesgos y las condiciones de seguridad en caso de una emergencia.
En el caso de la plataforma, uno de los principales factores para la causa de accidentes es el vuelco de ese equipo. “Diversos motivos llevan al vuelco, incluyendo la operación en terrenos no apropiados, lo que causa la falta de estabilización, la falta de parapeto alrededor de la plataforma, la sobrecarga, el uso de una escalera auxiliar apoyada en el equipo y las condiciones climáticas”, ejemplifica Barbosa.
Para Wilson de Mello Jr., director del Instituto Opus, de Sobratema, el workshop de Sobratema refleja los cambios que están ocurriendo en los sitios de trabajo, ya sea por el aumento de la mecanización, nuevas reglamentaciones y legislación laboral, ya sea por el cambio en el comportamiento de las empresas, deseosas por invertir más en la capacitación y prevención de los accidentes.
Cambios previstos
NR 18
Hay cambios previstos en la estructura organizacional de la obra cuanto al PCMAT, al SEESMT del sitio de trabajo, la organización de CIPA, de las áreas de vivencia entre otros. En los procesos constructivos hay una adecuación en el texto cuanto a la introducción de albañilería estructural, del uso de estructuras metálicas, de pre-moldados, etc.
Cuanto a máquinas y equipos hay una introducción de tópicos específicos como guindaste, guinches de elevación de pequeño porte, plan de movimiento de cargas y personas con la figura del rigger y el respectivo plan de rigging, etc.
Cuanto a la capacitación, la intención es definir estándares mínimos para los trabajadores y sus instructores cuanto a la carga horaria, nivel de escolaridad mínima y, en algunos casos, tópicos a ser abordados.
NR 35
El concepto de planeamiento y análisis de riesgo son los puntos principales de la NR 35, además de la capacitación de los involucrados y autorización para trabajos en altura.
El uso de grúas, elevadores de obras, guinches de pequeño porte o mini-grúas, plataformas aéreas de trabajo, etc., demandarán más entrenamiento y periodicidad en la capacitación para los involucrados.
Charlando con la máquina
En los últimos tiempos, Brasil vio la ocurrencia de diversos accidentes de diferentes magnitudes, muchas veces causados por la falta de mantenimiento. La prevención de accidentes es un proceso directamente conectado al mantenimiento de equipos y materiales utilizados en una operación, o hasta mismo a la verificación de procedimientos de seguridad, que no dice respecto solamente a emprendimientos industriales, pero a sitios de trabajo en general, y emprendimientos públicos o privados, como estadios, parques de atracciones, teatros, etc.
El libro Conversando com a Máquina (Charlando con la Máquina, en traducción libre), de Silvimar Fernando Reis, ingeniero mecánico con pos-graduación en el Instituto Militar de Engenharia – RJ y MBA Ejecutivo en IBMEC/SP, y editado por Sobratema, busca echar luces sobre el tema del mantenimiento. Silvimar Fernando Reis pasó por grandes constructoras en Brasil y en el extranjero, y actuó en países como Iraq, Tanzania y Bolivia, enfrentando diversos retos logísticos, como guerra, dificultades de acceso y temperaturas extremas.
El libro sintetiza dichas experiencias y aborda las herramientas para el diagnóstico correcto sobre las condiciones de un equipo, con base en tecnologías desarrolladas por los grandes centros de pesquisa del Ejército Brasileño, de la Marina y dela Fuerza Aérea Americana, de NASA, además de varias empresas brasileñas. Silvimar subraya el capítulo sobre el mantenimiento y el cuidado con el aceite como uno de sus preferidos. “Un estudio estimó gastos de un 6% del PIB (Producto Interno Bruto) norteamericano para reparar problemas causados por los desgastes mecánicos y electromecánicos. Por eso, cualquier ganancia en el quesito mantenimiento es muy importante”, subrayó.
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