Robots confirman la evolución tecnológica en la proyección de hormigón en español

En Brasil, consorcios constructores están recurriendo a la solución para optimizar los cronogramas de las obras y ofrecer más seguridad para los trabajadores

En mayo de 2013, un robot entró en acción en la obra de construcción del túnel en São Conrado, que forma parte de la línea 4 del subte carioca. Mirando a lo lejos, el trabajo del llamado “mangoteiro”, el profesional responsable por el lanzamiento del hormigón en las paredes del pasaje subterráneo, nos recuerda un adolescente jugando videogame. En realidad, él controlaba remotamente la operación de proyección del material en el túnel, un proceso ejecutado por los brazos mecánicos del equipo. A cada hora, el robot proyectaba 20 m³ de hormigón, lo equivalente a tres camiones o el doble de la capacidad del método hasta entonces utilizado en aquel frente. Además de mayor productividad, el equipo fabricado por Putzmeister y usado por el Consórcio Construtor Rio Barra, trabaja de manera sostenible pues es conectado directamente a la red de energía de la obra y no a un camión a diésel.

El revestimiento de la base de hormigón es utilizado en túneles con excavación por el método New Austrian Tunneling Method (NATM), en el cual la protección es estipulada para contener la relajación y la deformación del macizo a cada avance de la perforación. Entre las ventajas del NATM podemos subrayar la adaptabilidad de la sección de excavación, que puede ser modificada en cualquier punto. Eso puede ocurrir según las necesidades geométricas y de parcialización de la excavación – a veces necesaria en macizos poco competentes o que están bajo fuerte presión hidrostática. Otras medidas asociadas a la aplicación del método involucran el rebajamiento de aguas subterráneas, además de las más generalmente usadas como inyecciones  químicas o de hormigón.

En casos de perforaciones con tuneladoras, no hay demanda por dicha sustentación, pues el avance de la máquina se hace por la reacción de gatos hidráulicos contra los anillos de revestimiento ya montados.

Según los expertos consultados, todavía hay mucho espacio para la robotización de la proyección de hormigón. En la práctica, aún hay una tendencia – entre contratistas  y consorcios constructores – de trabajar con equipos conocidos como plumas o pistolas. “El modelo tipo pluma es un proyecto antiguo, más barato y con productividad menor, principalmente en grandes diámetros de túneles y otros ambientes cerrados”, explica Marcelo Antonelli, CEO de Zoomlion Cifa Brasil, otro fabricante de robots para proyección de hormigón. En su evaluación, los robots brindan precisión en la proyección y pueden utilizar aditivos, incluyendo acelerador de pega y revelador, además de operar con un promedio de flujos de 30 m³/hora y operar con motor eléctrico no-contaminante.

La relación de beneficios mencionados estaría conquistando los sitios de trabajo, trayendo tecnología, productividad y flexibilidad. Independientemente de ser proyectado por vía seca o húmeda, los nuevos equipos resultan en mayor estabilidad y contención al terreno cortado, principalmente en obras subterráneas o taludes y reemplazan  el hormigón moldado in loco. Y más: seguridad. Por ser operado remotamente, el dispositivo evita que los trabajadores se queden en el local durante el proceso de aplicación. El detalle es particularmente importante, pues la misma presión ejercida por el aire comprimido favorece el desprendimiento de materiales, aumentando los  riesgos de accidentes.

La adopción de la automatización puede ser favorecida también por las inversiones para reducir el déficit de infraestructura en Brasil, lo que incluye las obras subterráneas. Según una investigación parcial realizada por el Comitê Brasileiro de Túneis y presentada durante el 54 Congreso Brasileño del Hormigón, en 2012, el volumen total construido en la década de 1990 era inferior a 4 millones de m³. En 2005, los números han saltado para más de 11 millones de m³, casi triplicando el volumen. La industria de la construcción hidroeléctrica fue la principal demandante por obras en dichos túneles, seguida por obras de construcción de ferrocarriles, subtes y carreteras.

Además de Putzmeister, otros players ya dieron los primeros pasos para llevar los robots hacia los sitios de trabajo. “El equipo viabiliza el uso de una solución rápida, que acelera el proceso de revestimiento primaria, ya sea en suelo o roca”, explica Antonelli, de Zoomlion Cifa Brasil, mencionada anteriormente. En el Concrete Show 2013, la empresa lanzó el Spritz, robot con una bomba producida especialmente para hormigón proyectado, capaz de auxiliar en el hormigonado de túneles y superficies verticales. La operación remota permite que el “mangoteiro” pueda trabajar a 100 m de distancia de la aplicación, utilizando un control inalámbrico. El funcionamiento del Spritz involucra proyección con velocidad y flujo controlados, para que el material promueva la compactación del hormigón. Con el grado de compacidad y resistencia mecánica necesarias al proyecto, no hay la necesidad de usar vibradores, según Antonelli.

El ingeniero de Ventas y Marketing de Copex, Fabio Letto de Mello, complementa la evaluación de los expertos de Putzmeister y de la Zoomlion Cifa. Representante de la norteamericana Reed Pumps, el ejecutivo agrega que el tipo de proyección, ya sea manual, manual en plataforma o robotizada, es lo que proporcionará ganancias como reducción del índice de rebote, productividad y finos en suspensión. Mello refuerza el aspecto de mayor seguridad en la adopción de la tecnología robotizada. Entre los clientes de la empresa, él menciona la Geoconcret (que utilizo el hormigón proyectado para recuperar un dique seco en el puerto de Rio de Janeiro) y la G-Maia que también decidió adoptar dicha técnica.