Papel e Celulosa: Guaíba 2 de la CMPC en cuenta regresiva

Hochtief ejecuta obras civiles de mega emprendimiento de CMPC, de R$ 5 mil millones, que triplicará la capacidad de producción

Prometido desde 2008, el proyecto Guaíba 2, en Rio Grande do Sul, que prevé la ampliación de la fábrica de papel y celulosa de CMPC (Companhia Manufatureira de Papel e Celulose), fue finalmente iniciado en el  año pasado con previsión de entrada en operación hasta 2015. Se trata de una de las mayores inversiones ya hechas en el estado, totalizando R$ 5 mil millones de recursos no solamente en la obra pero en la ejecución de diversos programas ambientales y sociales. La estimativa es que durante el pico de las obras sean generados alrededor de siete mil empleos directos y 21 mil indirectos.

Ubicado en la municipalidad de Guaiba, alrededor de 30 km de Porto Alegre, el emprendimiento está dividido en tres grandes áreas (industrial, forestal e infraestructura). El desarrollo del proyecto acontece paralelamente al funcionamiento de la línea de producción ya existente, que sigue produciendo celulosa blanqueada normalmente. Al final de la ampliación, el área total de la fábrica llegará a aproximadamente 420.000 m² de área bajo techo y la capacidad productiva llegará a 1.750 toneladas por año, o sea, casi cuatro veces más que la capacidad actual.

Para que se pueda tener una idea del reto del emprendimiento, Hochtief do Brasil, responsable por las obras civiles, calcula el volumen total de hormigón empleado en la obra de alrededor de 16.000 m³, además de 170 toneladas de estructura metálica. La ampliación de la fábrica de papel y celulosa de CMPC ocurre en dos líneas distintas de producción. En la línea 1, las obras de ampliación ocurren en paralelo a los procesos de producción de la fábrica existente. En esa etapa, Hochtief do Brasil es responsable por la ejecución de las torres de enfriamiento del agua, salas eléctricas, diversos sump’ para almacenaje de efluentes y una torre de equilibrio para estabilización de presión en la red del nuevo emisario. Obras de recuperación estructural de las antiguas instalaciones y demolición de estructuras existentes también forman parte del propósito contratado.

Ya en la línea 2, donde las etapas están siendo implantadas, la constructora realiza las obras civiles del turbogenerador y salas eléctricas, compresores de aire y chillers, colectores de baja, mediana y alta presión, además de torres de resfriamiento que contribuyen para la eficiencia de la producción de manera ecológicamente correcta.

Según la constructora, debido a la estructura del suelo en la región, que presenta grandes variaciones en cortas distancias, fue necesaria la compatibilización de diferentes sistemas de fundación profunda, tales como estacas hélice continua monitoreada y estaca raíz. Las estructuras prediales son predominantemente en hormigón pre-moldado y las bacías de las torres de enfriamiento en hormigón moldado in loco. Las cuberturas de las salas eléctricas y todo el cierre lateral de la nave principal de las turbinas son en estructura metálica.

Durante la ejecución de las estructuras, informa la constructora, fue necesario el rígido control de calidad, en especial en las bases de hormigón para sustentación de las turbinas generadoras de energía. Fue desarrollado un trazo especial de hormigón con adición de helo e instrumentación de toda la estructura para acompañamiento gradual de las variaciones de temperatura y control de fisura.

La ejecución de las bacías de enfriamiento también fue controlada rigurosamente, para evitar fallas en el hormigón y el aparecimiento de fisuras superiores a 1,5 mm, para que la tecnología del sistema de impermeabilización adoptado ofrezca la estanqueidad necesaria.

En relación a los pre-moldados, las dificultades han surgido en función de la logística de montaje debido a las interferencias con otras áreas también en ejecución, en especial durante el montaje de los pilares de la nave principal del turbogenerador, con previsión de pilares de 27 metros.

Los montajes de equipos quedaron por cuenta de la misma CPMP, siendo que la línea 1 ya está en una fase avanzada, con el 90% de las obras concluidas y la línea 1 se encuentra con el 82% de avanzo y tiene entrega prevista para el segundo semestre de 2014.

Hochtief priorizó la contratación de mano de obra local. Sin embargo, debido al porte del emprendimiento y complexidad  de diversas etapas, fue necesario buscar colaboradores calificados de otras regiones, siguiendo los estándares de calidad de la constructora y del cliente. Al mismo tiempo, la empresa desarrolló entrenamientos internos para capacitar técnicamente los nuevos colaboradores.

Entre los cuidados adoptados, la expansión optó por estructuras pre-fabricadas, a fin de evitar al máximo la concentración de trabajadores ya sea en los sitios de trabajo o en una sola unidad de fabricación. El emprendimiento no involucra alojamientos para los empleados, además de los comedores y espacios de ocio. Cuando es necesario hacer un alojamiento para un número mayor de trabajadores, las empresas contratadas para la obra necesitan presentar a CMPT el proyecto para análisis y la ubicación debe ser aprobada con la municipalidad. Dichos establecimientos son instalados en las zonas rurales, para no perturbar las comunidades locales. Hay unidades de esa naturaleza en Barra do Ribeiro y en Eldorado do Sul.

Desafío logístico

CMPC Celulose Riograndense y la municipalidad de Guaiba han adoptado una solución conjunta para desarrollar las obras de infraestructura para suportar la nueva expansión. Fue firmada una Asociación Público-Privada (PPP de la sigla en portugués) de obras viarias, involucrando un valor superior a R$ 43 millones. “Dicha inversión visó con desahogar el tránsito y preparar el entorno del proyecto de la nueva línea de producción”, dice el presidente de la empresa, Walter Lídio Nunes.

Una vía expresa, a partir de la BR-116, permitirá la entrada de la madera directamente en la unidad sin pasar por las avenidas de la ciudad. Esa vía aprovechará el nuevo viaducto previsto por el Departamento Nacional de Infraestrutura de Transportes (Dnit), dentro de las obras de duplicación de la carretera.

Está previsto también en el protocolo de intenciones el asfalto en aproximadamente 7 km de una carretera que conecta la BR-290 a la BR-116. Otro compromiso del gobierno de Rio Grande do Sul es el asfalto de la carretera Guaíba – Barra do Ribeiro por la orilla de Lago Guaíba.

Según la PPP municipal, CMPC adelanta los recursos para las obras y será restituida posteriormente, con el abatimiento de impuestos, cuando haya el incremento de los ingresos con el aumento de la producción de celulosa. Hasta mismo la expropiación de casas, realizada para viabilizar la ampliación de calles fue costeada por la empresa. Se hicieron también inversiones en obras de macro-drenaje, a partir de repases federales, para combatir inundaciones en barrios de la ciudad. La municipalidad de Guaiba también lucha con el gobierno estadual por la duplicación de la carretera do Conde.

Tras la ampliación, la nueva planta deberá emplear alrededor de 4,1 mil trabajadores, en actividades en la fábrica, siembras forestales, logística y actividades afines. Los empleos indirectos serán 17,1 mil, principalmente en los municipios con siembras forestales.