La fuerza de las PCH

Si se las estimulara, las PCH podrían ganar espacio en la matriz energética y ayudar a Brasil a ahorrar en los períodos de sequía

Las pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) representan 3,5 % (4,807 megavatios, MW) de la matriz energética de Brasil, que totaliza 137.920 MW. Son la cuarta fuerte generadora de energía, por detrás de las hidroeléctricas, las termoeléctricas fósiles y las eólicas. De acuerdo con la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), el país posee 4176 unidades generadoras en operación, siendo que las hidroeléctricas responden por 61,68 % del total de la generación, las termoeléctricas por 28,47 % y las eólicas por 4,66 %. Está prevista para los próximos años la adición de 40 500 MW en la capacidad de generación, proveniente de 183 emprendimientos en construcción y otros 674 con obras no iniciadas.

De esta nueva generación, las PCH responden por 2 % de las obras iniciadas y 9,6 % de las que todavía no comenzaron. Para los especialistas es poco por las ventajas que esta fuente ofrece, entre las cuales, originar fuentes renovables de bajo impacto ambiental.

El gran potencial de la PCH está en el hecho de poder utilizarse como complementación de sistemas de gran tamaño en función del menor riesgo, ampliando y diversificando la oferta de energía. “A pesar de la baja pluviosidad que viene afectando la generación hídrica, Brasil todavía dispone de un significativo potencial hidroeléctrico”, afirma Adriano Pires, socio-fundador y director del Centro Brasileño de Infraestructura (CBIE). Caracterizadas como usinas hidroeléctricas con potencia instalada entre 1 MW y 30 MW, con área inundada inferior a tres km2 (30 canchas de fútbol), las PCH son soluciones rápidas y eficientes para la expansión de la oferta de energía. “Por ser de pequeño tamaño, pueden instalarse cerca del centro de consumo, sin necesidad de grandes extensiones de líneas de transmisión, hecho favorable a la reducción de pérdidas de energía”, explica Adriano Pires. Las PCH también pueden implantarse como garantía de abastecimiento regional, aliviando el sistema nacional, sobre todo en períodos de sequía.

“En el actual cuadro de cambio climático, en caso de que continúe la tendencia a sequías más profundas, las PCH pueden ayudar a transformar otras afluencias en energía”, observa Roberto Pereira D’Araujo, director del Instituto de Desarrollo Estratégico del Sector Eléctrico (Ilumina). “Cabe notar que un número mayor de PCH disponibles para operar en los períodos húmedos podría colaborar para preservar los reservatorios de las usinas hidroeléctricas de gran tamaño, minimizando los efectos posteriores a la crisis hídrica”, hace coro Adriano Pires, destacando la planificación preventiva.

Las PCH son de bajo costo operacional y de construcción, operación y mantenimiento, y usan equipos nacionales, evitando la dependencia externa. Además de ser más barata, la construcción de PCH no exige estudios de viabilidad. Después de la realización del estudio de inventario, Aneel selecciona el emprendedor de acuerdo con criterios predefinidos, evalúa el proyecto básico de la usina y concede autorización para su instalación.

Aneel exime al emprendedor de tasas por el uso de la red de transmisión y distribución (para quien entró en operación hasta 2003), y de remunerar municipios y estados por el uso de recursos hídricos.

“La primera ventaja de las PCH es que se complementan a lo largo del año y no compiten entre sí”, destaca Ivo Augusto de Abreu, presidente de la Asociación Brasileña de Fomento a las Centrales Hidroeléctricas (Abrapch). En Brasil, las fuentes de energía hidráulica, eólica y de biomasa, se alternan en su producción máxima. En los meses en que los vientos disminuyen, las lluvias aumentan. Y si ambos están al mínimo, es la zafra de la caña (principal combustible de la biomasa), que está al máximo.  Así, si los órganos oficiales estimularan el uso más intenso de las fuentes renovables, las termoeléctricas (gas, aceite, carbón)  solo se accionarían en emergencias, lo que, según los especialistas, haría que el país ahorrar cerca de R$ 2,7 mil millones mensuales.