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19 de agosto de 2014
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Falta mucho para que sea bueno

Cualidad de las carreteras empeoró en 2013 en comparación con 2012, según la última pesquisa de CNT. Resultado de las inversiones de las nuevas concesiones deberá aparecer solamente en el próximo año

El estado general de las carreteras brasileñas empeoró en el último año. En la edición de 2013, fue constatado que el 36,2% (35.002 km) de las carreteras evaluadas fueron clasificadas en Óptimo o Bueno. Los otros 63,8% (61.712 km) fueron calificados como Regular o Pésimo, como resultado de algún comprometimiento en el pavimento, en la señalización o en la geometría de la vía. En el análisis evolutivo de los resultados obtenidos, cuando comparados al año de 2012, uno observa que hubo una reducción en la extensión evaluada como Óptimo o Bueno y un aumento del porcentual de carreteras clasificadas en Regular o Mala.

Cuanto a los resultados de la clasificación general de las carreteras por región geográfica, se verifica que las regiones Sur y Sureste han presentado mayor porcentual de tramos clasificados como Óptimo o Bueno, con un 54,7% y un 51,4% respectivamente. En contrapartida, la región Norte fue la que obtuvo el mayor porcentual, 87,8% de tramos  clasificados  como Regular, Malo o Pésimo, seguida por las regiones Centro-Oeste y Noreste, con porcentuales acumulados del 75,2% y 74,9%, respectivamente. Hay que subrayarse que las regiones Sur y Sureste concentran un 93,1% de las carreteras concedidas del país, reafirmando la necesidad de mejoramientos en la gestión e intensificación de intervenciones en las carreteras bajo gestión pública.

Según la Pesquisa CNT de Carreteras 2013, el 63,8% de la extensión evaluada presentan alguna deficiencia en el pavimento, en la señalización o en la geometría de la vía. En 2012, el índice había sido del 62,7%. También han aumentado los puntos críticos, pasando de 221 para 250. Son considerados como puntos críticos aquellas situaciones que traen graves riesgos a la seguridad de los usuarios, como erosiones en el carril, grandes agujeros, caídas de barreras o puentes caídos. En relación a la señalización, el 67,3% de la extensión pesquisada presentan algún problema. En el año pasado, el porcentual era del 66,2%. El pavimento tiene alguna deficiencia en un 46,9% del total evaluado. En 2012, el índice era de. 45,9%. Y en relación a la geometría, el porcentual de la extensión que no se encuentra favorable pasó del 77,4% para 77,9%. Según el estudio, la mayor parte de la extensión pesquisada (88%) es formada por carriles simple y de doble sentido y el 40,5% del total evaluado no tienen arcén.

Esta es la edición número 17 de la Pesquisa CNT de Carreteras, que evaluó 96.714 km en 30 días de sondeo en el campo. Fueron pesquisadas toda la malla federal pavimentada y las principales carreteras estaduales. La pesquisa fue realizada en 80.841 km de carreteras bajo gestión pública, y 15.873 km de carreteras concesionadas, totalizando 96.714 km.

Fueron evaluados 10.895 km en la Región Norte, 26.957 km en la Región Noreste, 27.165  en na Región Sureste, 17.020 en la Región Sur, y 14.677 en la Centro-Oeste. Del montante de carreteras bajo la gestión pública, 65.443 km pertenecen a la Unión (Gestión Federal) y 31.271 km a la gestión estadual.

Según el presidente de CNT, senador Clésio Andrade, los números muestran la necesidad urgente de aumentar las inversiones en las carreteras brasileñas, principalmente en duplicación. “El gobierno tiene una dificultad gerencial. Muchos proyectos no salen del papel. Hay un exceso de burocracia. Las inversiones necesitan ser realmente ampliadas para que Brasil pueda mejorar su competitividad”, dice el senador.

En 2013, el total autorizado por el gobierno federal para inversiones en carreteras es de R$ 12,7 mil millones, muy poco en comparación con los R$ 355,2 mil millones que CNT estima que las carreteras del país necesitan. Sin embargo, solamente el 33,2%, o R$ 4,2 mil millones, fueron pagados  hasta el inicio de octubre. En 2012, del total autorizado (R$ 18,7 mil millones), fueron pagados R$ 9,4 mil millones (50,3%).

El presidente de CNT subrayó también que la actual situación de las carreteras brasileñas tiene un efecto malo para el transporte y para la economía. “Las condiciones del pavimento generan un aumento promedio en el país del 25% en el costo operacional del transportador. Dicho valor es muy elevado y dificulta el desarrollo”, evalúa el senador Clésio Andrade. La región que presenta el mayor incremento en ese costo operacional debido al pavimento es la Norte (39,5%), seguida por el Centro-Oeste (26,8%), Noreste (25,5%) y Sureste (21,5%). El menor aumento de costo ocurre en el Sur (19%).

Concesión

La pesquisa comprueba, a cada año, la diferencia de calidad de las carreteras a cargo de la administración gubernamental y las carreteras concesionadas. El senador Clésio Andrade enfatiza que “las concesiones son fundamentales para permitir la inversión necesaria para mejorar la infraestructura de carreteras del país”. La comparación con las concesionadas muestra que las mayores dificultades están en las carreteras mantenidas por los gobiernos federal y estaduales. En relación al estado general, solamente un 2,7% de la extensión bajo gestión pública fue considerada óptima y un 24% buena. Por otro lado, en relación al estado general de las carreteras concedidas, los porcentuales de clasificación de extensión óptima y buena son del 48,5% y del 35,9%, respectivamente.

Carreteras con estado de conservación adecuado también son fundamentales para el medio ambiente, pues proporcionan un ahorro en el consumo de combustible de hasta un 5% en la comparación con carreteras que presentan alguna deficiencia. Si fuera considerado el consumo de diésel en Brasil en 2013, con el mejoramiento de las condiciones del pavimento, sería posible un ahorro de 661 millones de litros (R$ 1,39 mil millón) y una reducción de la emisión de 1,77 megatonelada de gas carbónico, principal gas del efecto invernadero.

La Pesquisa CNT de Carreteras es una importante herramienta para conocer más bien cuáles son los principales problemas y , así, incentivar la inversión adecuada en las políticas públicas que puedan garantizar un transporte de calidad. Es la mayor evaluación nacional de infraestructura de carreteras realizada en el país. En Brasil, alrededor del 65% del movimiento de cargas y el 90% del movimiento de pasajeros ocurren por las carreteras. El estudio de CNT es más una contribución de la Confederación Nacional del Transporte para la búsqueda del constante perfeccionamiento y crecimiento del sector de transporte en Brasil.

Entre las características pesquisadas, se observó que carreteras deficientes aumentan el costo de mantenimiento de los vehículos, además del consumo de combustible, lubricante, neumáticos y frenos. El promedio del aumento del costo operacional debido a las condiciones del pavimento de las carreteras brasileñas es del 25%. Si el pavimento de todas carreteras tuviera clasificación Buena u Óptima, en 2013, sería posible un ahorro de hasta el 5% en el consumo de combustible, lo que representa 661 millones de litros de diésel (R$ 1,39 mil millón) y una reducción de la emisión de 1,77 megatonelada de gas carbónico, principal gas del efecto invernadero.

Considerando la extensión total pesquisada, en términos de pavimento: el 46,9% presentan algún tipo de problema; 43,0% tienen la superficie del pavimento desgastada y 85% de las carreteras bajo concesión tuvieron clasificación Óptimo o bueno. Cuanto al costo de operación, carreteras deficientes aumentan el costo de mantenimiento de los vehículos, además del consumo de combustible, lubricantes, neumáticos y frenos. El promedio de aumento del costo operacional debido a las condiciones del pavimento de las carreteras brasileñas es del 25%.

En lo que se refiere al medio ambiente, si el pavimento de todas las carreteras tuviera clasificación Buena u Óptima, en 2013, sería posible un ahorro de hasta el 5% en el consumo de combustible, lo que representa 661 millones de litros de diésel (R$ 1,39 mil millón) y una reducción de la emisión de 1,77 megatonelada de gas carbónico, principal gas del efecto invernadero.

Considerando la extensión total pesquisada, en términos de pavimento/señalización, considerando la extensión total pesquisada, de las carreteras pesquisadas:

- 67,3% presentan algún tipo de problema;

- 78,7% de las carreteras bajo gestión pública tienen problemas;

- 25,2% no tienen carteles señalizadores de límite de velocidad;

- 55,8% tienen pintura del friso central desgastada o inexistente;

- 63,2% no tienen frisos  laterales o la pintura está desgastada.

En términos de geometría: el 77,9% presentan algún tipo de problema; carriles simple de doble dirección corresponden al 88% de la extensión pesquisada; el 40,5% no tienen arcén. En el 56,7% de la extensión pesquisada, donde hay ocurrencia de curvas peligrosas, no existen carteles señalizadores de advertencias y ni defensas completas.

Aumento de puntos críticos

Hubo un aumento de Puntos Críticos, o sea, situaciones atípicas que ocurren a lo largo de la vía y pueden resultar en graves riesgos a la seguridad de los usuarios, además de costos adicionales de operación, debido a la posibilidad de daño severo a los vehículos, aumento del tiempo de viaje o elevación del gasto con combustibles; 250 ocurrencias en 2013 (caídas de barreras, puentes caídos, erosiones, grandes agujeros). En 2012, fueron 221.

La inversión pública federal en carreteras en 2013 (datos de 8 de octubre) en realidad fue reducida en 2013 en relación a 2012. Del volumen autorizado de R$ 12,7 mil millones, fueron pagados R$ 4,2 mil millones (33,2%). En 2012 el montante autorizado fue de R$ 18,7 mil millones, y el total pagado llegó a R$ 9,4 mil millones (50,3%).

La inversión necesaria, según el Plan CNT de Logística, apunta hacia la necesidad de duplicación de 30 mil km. Además de eso son 18 mil km de nuevas carreteras que deben ser construidas. La inversión estimada necesaria para las carreteras (incluyendo duplicación, construcción y otras intervenciones) alcanza la cifra de R$ 355,2 mil millones.

De acuerdo con el estudio, fue montado un ranking de las 10 mejores conexiones de carreteras. Conexiones son tramos formados por una o más carreteras federales o estaduales pavimentadas, con gran importancia socio-económica y volumen significativo de vehículos de cargas y/o de pasajeros, interconectando territorios de una o más Unidades de la Federación.

De una manera general, las 10 mejores conexiones son formadas por carreteras concedidas y todas ellas pasan por São  Paulo. La más bien clasificada en dicho ranking es la São Paulo (SP) – Limeira (SP), formada por las carreteras SP-310/BR-364, SP-348. Por otro lado, la peor clasificada es la Belém (PA) – Guaraí (TO), formada por las siguientes carreteras; BR-222, PA-150, PA-151, PA-252, PA-287, PA-447, PA-475, PA-483 y TO-336.

Conexiones son tramos formados por una o más carreteras federales o estaduales pavimentadas, con gran importancia socio-económica y volumen significativo de vehículos de cargas y/o  pasajeros, interconectando territorios de una o más Unidades de la Federación.

Un estudio realizado por la Universidad de São Paulo comprueba que uno de los factores que influencian en la eficiencia energética del transporte por carreteras de cargas es la calidad del pavimento. Para que se pueda tener una idea, el promedio de la autonomía de un vehículo que transita en una carretera en condiciones adecuadas de pavimentación en relación a una no adecuada es un 5% superior. La Pesquisa CNT de Carreteras 2013 muestra que un 46,90% de las carreteras tienen pavimento Regular, Malo o Pésimo. Ese hecho representa un aumento del consumo de combustible de los vehículos que transitan por ellas, con reflejos directos en los costos de los viajes y en las emisiones de contaminantes. Si dichas carreteras fueran clasificadas como Buenas u Óptimas, considerando el consumo de los principales vehículos diésel que por ellas transitan, o sea, camiones y autobuses carreteros, habría un ahorro de 661 millones de litros de diésel en 2013.

Proyectando el mejoramiento de las carreteras y la ampliación de la flota para 2020, el montante totalizaría 858 millones de litros en 2020. Ese representaría un ahorro de R$ 1,39 mil millón, en 2013, y de R$ 1,80 mil millón, en 2020, con la adopción del promedio de precio del diésel de R$ 2,10/litro.

Además, habría una reducción muy significativa en las emisiones de contaminantes locales, y el CO2 tendría una reducción de 1,77 MtCO2 , en 2013, llegando a 2,29 MtCO2, en 2020. Según el PSTM, hay  una proyección de abatimiento de las emisiones para el transporte de cargas por carreteras, en 2020, de 2,024 MtCO2, donde ganancias resultantes del mejoramiento del pavimento no fueron computadas.

Si los mejoramientos en el pavimento fueran realizados, dicha proyección podría ser ampliada en más del 100%, llegando a 4,176 MtCO2, una vez que las emisiones evitadas, solamente por camiones, llegarían a 2,15 MtCO2. Los resultados de la  pesquisa apuntan hacia la necesidad de mejoramiento de la calidad de las carreteras brasileñas, no solamente por cuestiones de competitividad y desarrollo económico y social, pero, eso sí, por cuestiones energéticas y ambientales, que son estratégicas para el crecimiento del país.

 

 

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