Biomasa puede garantizar un 13% de la generación de energía del país

Proyecciones indican que, en 2020, la generación de electricidad por biomasa llegará al 20,1 GW de capacidad instalada, pero el crecimiento depende de la definición de políticas de largo plazo para el sector

La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) realizó, en diciembre de 2013, en São Paulo (SP), la Subasta de Energía A-5 para contratación de energía eléctrica de nuevos emprendimientos de generación de fuentes hidráulica, eólica, solar y termoeléctrica (carbón, biomasa o gas natural en ciclo combinado), con inicio de suministro en 1er de mayo de 2018. En dicha subasta fueron contratados 3,5 mil MW a través de 119 nuevas usinas, al precio promedio de R$ 109,93 por megawatt-hora.

La energía eólica resultó con mayor número de vencedores (97), seguida de pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHs), con 16 vencedores. En la última posición quedó la generación por biomasa, con cinco vencedores. El promedio del precio de venta fue R$ 109,93/MWh – un descuento del 8,67% en comparación con el promedio del precio máximo inicial. Serán invertidos recursos de hasta R$ 12,8 mil millones en la construcción de las usinas, ubicadas en los estados da Bahia, Ceará, Pernambuco, Pauí, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Goiás, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Pará y São Paulo.

“La subasta cumplió integralmente con la demanda presentada por las distribuidoras, que firmarán junto con los emprendedores de las usinas contratos de compra y venta válidos a partir de 1er de mayo de 2018, con duración de 20 años (para el fuente eólico), 25 años (para las térmicas a biomasa) y 30 años (para São Manoel y las PCHs)”, informó la Empresa de Pesquisa Energética (EPE).

En una rueda de prensa, concedida tras el evento, el presidente de EPE, Mauricio Tolmasquim, consideró la subasta como muy exitosa en diversos aspectos, incluso la contratación diversificada y exclusiva de fuentes renovables y el retorno de las PCHs al portfolio de nuevos emprendimientos de generación.

Biomasa con capacidad de crecer

Con base en los resultados de la subasta de diciembre, la expectativa es que las usinas de caña de azúcar que producen electricidad a partir de la quema del bagazo de caña (biomasa) deben invertir R$ 1,4 mil millón para garantizar la producción hasta 2018. El cálculo es de la Unión de la Industria de Caña de azúcar (Única). Añadiendo el volumen comercializado en la subasta de diciembre con lo que sucedió en agosto pasado, fue comercializado un promedio de 203 MW de bioelectricidad. Con la inversión multimillonaria prevista, la expectativa es que a partir de 2018, los ingresos anuales del sector lleguen a R$ 243 mil millones durante los 25 años de contrato.

Aún según Única, la biomasa representó solamente el 4% de la energía contractada en 2013. La entidad, que representa usinas del Centro-Sur del País, evalúa que la proporción está muy abajo del potencial del sector. Aumentar dicha participación depende de mejoramientos en el modelo de las subastas y de una política de largo plazo para fuentes renovables de energía.

La biomasa es hoy una de las grandes alternativas para producción de energía limpia y renovable. Solamente el bagazo de caña de azúcar presenta un potencial de generación de electricidad superior a 1,5 millón de quilowatts/año. Los números muestran mayor potencial cuando consideramos que, de las 440  usinas de caña de azúcar en actividad en Brasil, solamente 100 usinas producen electricidad para el sistema eléctrico nacional. Según el Instituto Acende Brasil, los cañaverales existentes en Brasil podrían generar alrededor de 14 millones de quilowatts/año.

Además de la caña de azúcar, los residuos sólidos también tienen un gran potencial a través de la energía retirada del biogás. La previsión es que las tecnologías de gasificación de biomasa se vuelvan competitivas en los próximos años, según el Plan Nacional de Energía 2030, elaborado por el Consejo Nacional de Política Energética. El Plan prevé la entrada en operación de sistemas de gasificación de biomasa en el sector del alcohol y azúcar, que generarán un 5% de la energía del País. Por otro lado, la previsión para 2030 es que dicha participación crezca un 13%.

En el caso de la biomasa de madera, estudios revelan que actualmente dicha fuente es responsable por el 8,7% de la matriz energética mundial y del 13,9% de la brasileña. La oferta de biomasa forestal se hace por residuos (forestales, industriales o urbanos) o plantaciones de forestas energéticas. Los residuos forestales e industriales son la mayor oportunidad en el corto plazo, mientras la oferta resultante de plantaciones de finalidad exclusivamente energética es todavía pequeña, pero tiene un gran potencial de desarrollo en el largo plazo, en especial en Brasil.

Única apunta errores en subasta de energía

En la próxima fecha de 6 de junio acontecerá la primera subasta de compra de energía eléctrica en 2014, proveniente de nuevos emprendimientos de generación denominada A-3. Sin embargo, según Única, el evento repetirá una estructura que no produce buenos resultados, particularmente para la bioelectricidad generada a partir de la caña. La entidad denuncia que la nueva subasta permitirá la participación, al mismo tiempo, de emprendimientos de generación a partir de energías hídrica, eólica, biomasa y gas natural. Todos juntos.

Única recuerda que en la Subasta A-3, realizada en noviembre de 2013, tanto la bioelectricidad cuanto la fuente de gas natural no lograron comercializar energía. Solamente la fuente eólica fue exitosa, con la comercialización de un promedio de 380 MW de 39 parques eólicos. La bioelectricidad había registrado 15 proyectos y la fuente de gas natural otros dos, pero la competencia directa con las eólicas, sin considerar las particularidades de cada fuente, resultó en la contratación de solamente una fuente, en el caso la misma eólica.

Para el gerente en bioelectricidad de la entidad, Zilmar de Souza, el formato de contratación de la Subasta A-3, que mezcla fuentes de generación no comparables, necesita ser revisto. “La bioelectricidad tiene peculiaridades que, como mínimo, requieren la presencia de un producto térmico en la subasta, como sucedió en las Subastas A-5 en 2013 cuando la bioelectricidad compitió con el carbón mineral y el gas natural. Es fundamental que exista una política dedicada a la bioelectricidad, con subastas por fuente o regionales. La presencia del producto térmico ya fue un avance, pero es necesario mantener ese camino de actualización,” subrayó.