Acero en la construcción: Método de análisis ayuda a decidir cuándo usar

Para el experto, la selección del método constructivo más adecuado debe pasar por el análisis del mayor número posible de aspectos del trabajo, priorizando sus características obligatorias y deseables

La crisis económica internacional evidenció los problemas de la ventaja competitiva de la industria del acero en Brasil. Según la dirección del Instituto de Aço Brasil, las empresas productoras de acero en el País estuvieron entre las más fuertemente afectadas por la crisis económica y ahora están desarrollando intensos esfuerzos para superación de sus dificultades a través de medidas de mejoramiento continuo de su productividad. Brasil atraviesa un periodo de relativa pérdida para la industria, provocada por el aumento de las importaciones directas e indirectas de producto, lo que está generando fuertes impactos sobre la cadena metal mecánica en el País. Eses problemas fueron agravados por cuestiones arancelarias y cambiales, que impidieron que la industria nacional del acero evidenciara su alta ventaja competitiva estructural.

De acuerdo con el Instituto de Aço Brasil, de 2011 par 2012, el sector amplió su participación en el consumo aparente  total del 35,4% para el 37,7%. Para 2014, el Instituto proyecta para las ventas internas 23,9 millones de toneladas, lo que corresponde al 4,1% de aumento en relación a 2013. Para consumo aparente, la previsión es de 27,2 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento de solamente el 3% en relación a 2013. Como consumo aparente se entiende la suma de las ventas internas de las empresas siderúrgicas más las importaciones de distribuidores y consumidores finales.

Se esperaba que el evento de la Copa del Mundo en Brasil pudiera apalancar el mercado brasileño del acero, pero eso no sucedió porque los trabajos de infraestructura no ocurrieron según el esperado, y gran parte del material de cubertura de los estadios fue hecha con acero importado, a pesar de la capacidad total del sector del acero en el país en cumplir con las necesidades del mercado interno.

A pesar de la situación desfavorable, el sector de la construcción civil se está constituyendo  en una isla de crecimiento del consumo de acero, de forma consistente, rompiendo barreras histórico-culturales. Sin embargo de las comprobadas ventajas de ese método constructivo, los edificios con estructura en acero todavía son poco numerosos en Brasil, al contrario de lo que ocurre en los Estados Unidos y en varios países de Europa. En los Estados Unidos, por ejemplo, los  primeros edificios con estructurasen acero empezaron por ser construidos ya a partir de 1870, en grandes ciudades como Chicago, Nueva York, Detroit y St. Louis. En Brasil, hasta la década de 1980, el uso de estructuras metálicas era poco conocido. En el área de la construcción residencial, el tema ni siquiera era cogitado por arquitectos e ingenieros. Factores histórico-culturales resultantes de la falta de productos siderúrgicos adecuados, en aquel entonces, han contribuido para esa realidad. De esa manera, y por el histórico del uso de mano de obra barata en el país, típicamente usada en las construcciones convencionales, el hormigón se volvió más tradicional en la construcción civil brasileña.

La demanda creciente del acero en la construcción representa, por lo tanto, un fenómeno reciente y hasta mismo un cambio cultural muy bienvenido. Para cumplir con dicho crecimiento, la cadena productiva del acero está invirtiendo en tecnología y productividad, para promover el material como opción eficiente, económicamente viable y sostenible.

La utilización de estructuras metálicas en la construcción civil está asociada a conceptos de modernidad, innovación, vanguardia y sostenibilidad, traducidas en trabajos de gran expresión arquitectónica. Ligereza, flexibilidad, belleza, economía y rapidez en la conclusión del trabajo son atributos que harían con que el acero se volviera en una opción preferencial para la mayor parte de los proyectos. Sin embargo, todas esas ventajas, no resisten al simple argumento de que la estructura en acero es más dispendiosa que la tradicional, en hormigón. eso termina, en la mayoría de las veces, los análisis de los métodos constructivos  disponibles, sin mayor profundización.

Todavía, para el ingeniero Fernando Ottoboni Pinho, profesor titular de Estructuras de Aero y de Puentes Metálicos, y jefe del Departamento de Estructuras del Curso de Ingeniería Civil de la Universidad de Volta Redonda, generalmente dichos análisis se hacen con base en estudios comparativos de costos, sin gran profundización, que nada más son que casos particulares, que no pueden ser aplicados como regla. “En otras situaciones, la opción por sistemas considerados como convencionales, por el simple desconocimiento de otros sistemas, aunque el resultado sea de una estructura más barata, no garantiza que la decisión haya sido la más adecuada”, analiza el ingeniero, quien es miembro del equipo técnico de Gerdau Açominas.

“La selección del sistema constructivo no debe ser una competición entre los diferentes tipos de estructura, pero una decisión con base en las características de cada sistema. Y la decisión de cual es lo más adecuado, debe pasar por el análisis del mayor número posible de aspectos representativos del trabajo, priorizando las características obligatorias y también las deseables. Por lo tanto, la pregunta que se debe hacer por los profesionales, constructores o inversionistas sin cualquier tendencia o preferencia, preocupados con lo mejor resultado para el conjunto de la obra, es: ¿qué tipo de estructura es lo más adecuado para mi trabajo?”. Sugiere el experto.

Para Fernando Ottoboni Pinho, la mayor dificultad para identificar el tipo de estructura más adecuado para un trabajo es la falta de una metodología de evaluación más amplia que el simple comparativo de costos. Y que agregue también todos los factores limitantes y condicionantes de las alternativas en condiciones comparables, considerando aspectos importantes desde diferentes calidades y rendimientos hasta la influencia de las estructuras en otros servicios, incluyendo las transferencias de ganancias que pueden beneficiar el costo total del trabajo. Una metodología de evaluación que identifica la alternativa de estructura más adecuada pasará por el conocimiento de todas las características de cada sistema estructural, por las experiencias y culturas de la misma constructora y, por supuesto, por el tipo del trabajo que está siendo analizado.

El método propuesto por el ingeniero se basa en una planilla que permite cruzar las características más importantes para el trabajo con los diversos sistemas estructurales. La idea es jerarquizar  dichas características, definiendo un peso para cada una de ellas, según su importancia para el trabajo en cuestión y, enseguida, establecer notas para los diversos sistemas estructurales que correspondan a su influencia en el trabajo para la característica analizada.

El cuadro abajo, elaborado por Fernando Ottoni Pinho, subraya en ejemplo (hipotético) de la aplicación práctica del método propuesto para organizar el proceso de selección del sistema estructural más adecuado, considerando como base un edificio comercial de pisos múltiples. Fue establecido para cada característica un peso (entre 1 y 5) en función de su importancia para el trabajo y, para cada sistema estructural, una nota (entre 1 y 10), basada en los análisis de costos y todas las otras influencias. El resultado está representado por las medias aritméticas ponderadas de cada sistema. La mayor media indica el sistema más adecuado para la obra.

En el sitio www.gerdau.com.br/arquivos-tecnicos/20.brasil.pt-BR.force.axd‎ se encuentran los detalles de la metodología de evaluación de los criterios propuestos por el ingeniero.